El titular hace referencia al programa de ayudas a emprendedores jóvenes en ayuntamientos de “reto demográfico” de la provincia de Ourense 2019-2020, por valor de 2.025.000 euros; tras la publicación en el BOP nº 121 del 29 de mayo de las bases que regulan la tramitación, concesión y justificación de las subvenciones a personas físicas que lleven a cabo proyectos empresariales y/o de autoempleo en ayuntamientos rurales en declive demográfico de la provincia de Ourense, durante el ejercicio 2019, en el marco del proyecto emprendOU.
Reafirmo, sin lugar para la equivocación, que el mandato de los gobiernos provinciales que acaba de finiquitar (2015-2019) ¡valió la pena, por productivo!, con el sólo empeño puesto en la lucha por la apuesta, concienciación y reivindicaciones sobre el “despoblamiento del medio rural”. Es así que la Diputación de Ourense firmó, conjuntamente con otras de toda España y de diverso color político, la “Declaración de Montánchez” el miércoles 21 de octubre de 2016. Meses antes se había preparado esta crucial cita, primero en Ourense, auspiciada por el presidente Manuel Baltar, y después en Huesca, Jaén y sucesivos encuentros… lo que me dio la oportunidad de escribir artículos en La Región: “Lluvia amarilla”, “Desierto demográfico”, o “Cómo llenar el rural vacío”, sobre lo que allí se acordaba respecto al despoblamiento. Y, ¡por fin!, tras el mandato, aparece la regulación para la concesión de subvenciones para proyectos empresariales y de autoempleo en ayuntamientos rurales de menor población, financiados por el programa operativo de empleo juvenil del Fondo Social Europeo (Ayudas EMP-POEJ), en la fecha y cantidad global arriba indicada. Y, como siempre ocurre, los logros no son un regalo sino una conquista, destacando el intenso trabajo previo; así, hace dos años, ya el presidente de la Diputación de Ourense había reivindicado en Bruselas: “Los fondos estructurales (Feder) y otros como el Fondo Social Europeo (FSE) tienen que ser finalistas y llegar de forma directa a las autoridades locales”. También en el seno de Paternalia –Asociación Europea de Gobiernos Locales e Intermedios-, de la que Baltar es presidente, se demandó en 2017 la necesidad de luchar contra retos como la despoblación, y se reclamaron políticas de cohesión y de inversión a través de la firma de la “Declaración de Bruselas”.
A sabiendas de que el despoblamiento del rural no es una excepción en nuestro entorno, y sí una consecuencia de las políticas nacionales y comunitarias que priorizan el desarrollo urbano, como se dejó constancia en la “Declaración de Montánchez”, procede reconocer y financiar la competencia de ayuntamientos y diputaciones en la promoción del desarrollo rural en la disposición de servicios locales, que garanticen la igualdad de oportunidades. Por todas las declaraciones y reivindicaciones realizadas en los encuentros de las diputaciones –en Ourense, Madrid, Jaén, Huesca, Castellón, Montánchez…-, más las reuniones de Paternalia en Bruselas, han dado como resultado que la UE se haya concienciado del problema y empezara a tomar cartas en el asunto. Y Ourense es beneficiaria con este programa emprendOU -ya abierto-, programa provincial de ayudas a emprendedores, con unas líneas de actuación:
1. Subvención de 675 euros/mes, que es el equivalente al 75% del SMIP.
2. Las personas beneficiarias son las mayores de 16 años y menores de 30 años y que provengan de una situación de desempleo.
3. Es requisito que esas personas estén empadronadas en algún “ayuntamiento elegible” y establezcan el centro de trabajo en ese ayuntamiento.
4. Formarán parte del ámbito de actuación los ayuntamientos que tengan una población inferior o igual a 5.000 habitantes, etc, etc.
Si a este programa de la Diputación de Ourense, se le suma el blindaje del acceso a la tecnología, internet, transporte, procesos de contratación públicos, fondos de ayuda a los ayuntamientos a los “esfuerzos” que hagan en materia demográfica, a través de la Ley de Impulso Demográfico de la Xunta de Galicia, recién publicado el anteproyecto de Ley, de lo que da buena cuenta La Región el miércoles 3 de julio, podemos reafirmarnos en que las instituciones no sólo se concienciaron en estos cuatro últimos años, sino que reaccionaron. Y aunque queda mucho por esforzarse, y no sólo en intenciones… ahí estamos.
