Opinión

Enigma en Baviera

Las elecciones que se celebran mañana domingo en Baviera pueden suponer un cambio profundo con respecto a lo que ha sido la gobernabilidad de este land, el más próspero de Alemania y donde los socialcristianos de la CSU han consolidado su mandato con mayoría absoluta a lo largo de las seis décadas pasadas. La situación puede cambiar ahora y aunque el partido que lidera el actual ministro del Interior en la coalición entre la CDU y el SPD que gobierna en Berlin, Horst Seehofer, volverá a ganar las elecciones no obtendrá la mayoría suficiente, según los sondeos, lo que abocará a la formación de un gobierno de coalición.

El descenso en la intención de voto de los socialcristianos, los socios de Angela Merkel dentro del espectro conservador, se debe a varias causas, la primera la presencia de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) y la escisión de la CSU, Electores Libres, que obtendrían un diez por ciento de votos cada una de estas formaciones, dos menos que los socialdemócratas, mientras que la subida más destacada sería la de Los Verdes que podrían conseguir hasta un 18% de los votos, lo que constituye la novedad más importante en estas elecciones.

La segunda sería el enfentamiento que mantienen el ministro del Interior y el primer ministro del land, Markus Söder por el control del partido y ya se sabe que los electores castigan las divisiones internas de los partidos. La tercera sería la voluntad de cambio después de decenas de años de gobierno monocolor de los conservadores. 

Así, la coalición que daría más solidez al nuevo ejecutivo bávaro sería la de la CSU y Los Verdes, nada imposible si se tiene en cuenta que en el vecino Baden Wutenberg, el primer ministro del land es un ecologista apoyado por la CDU, sobre todo porque Los Verdes han dejado de ser percibidos como un partido urbano mientras que uno de los grandes problemas de Baviera está relacionado con la implantación de nuevas infraestructuras que están generando mucha oposición entre una ciudadanía que se opone a su proliferación, y que se puede centrar en el rechazo a la ampliación del aeropuerto de Munich.

También la inmigración es otro asunto a debate como consecuencia de la presión que ejerce la ultraderecha y la propia CSU que condicionó su entrada en el Gobierno a la limitación a 200.000 del numero de inmigrantes que podría acoger Alemania al año, Baviera sigue siendo el land preferido por los emigrantes y refugiados para instalarse debido a su situación de pleno empleo y a la falta de trabajadores que se deja sentir en la economía regional.

Los bávaros, celosos guardianes de su identidad, se verán abocados si se cumplen los pronósticos, a una serie de complejas negociaciones para la formación de gobierno y en la que los socialcristianos tampoco podrán contar como en otras ocasiones con los liberales del FDP que con un 5,5% de intención de votos no darían para conformar una mayoría absoluta.

Te puede interesar