Opinión

Burbujas mediáticas de la ultraderecha

Tenemos constancia gráfica del pavoneo con el que Gabriel Rufián despacha a los periodistas de nuevo cuño y arrestos que, en los últimos tiempos, acuden a las ruedas de prensa del Congreso de los Diputados. Con la ya manida frase que repite él mismo y sus correligionarios desde el atril, trata de neutralizar toda capacidad de interlocución con medios de comunicación que resultan hostiles a sus intereses: “No participamos de burbujas mediáticas de la ultraderecha”

En la figura del líder de Esquerra hay dos verdades incuestionables. La primera, su apellido, y la segunda, su ya habitual y cáustica manera de interrogar a los comparecientes en las comisiones de investigación del Congreso. No hay quien le gane, y pobre de quien ose negarle la palabra, imagínense, después de un “no participamos de burbujas amateurs de la ultraizquierda”.

Cuando este personaje nombra a tales “burbujas”, se refiere a unos cuantos medios que recientemente se han incorporado al panorama mediático español, en su mayoría, orientados a la derecha política y que utilizan su misma mordacidad cuando interpelan a los congresistas. En concreto, se trata de las televisiones de emisión online “Estado de Alarma TV” (EDATV) y “7 Noticias” (7NN), contra las que el pasado día 1 de diciembre los equipos de comunicación de PSOE, Podemos, ERC, PNV, JUNTS, BILDU, BNG, CUP, MásPaís, Compromís, NuevaCanarias y PDeCAT remitieron un escrito a la Secretaría General del Congreso mediante el cual se quejaban de que “el comportamiento de algunas personas acreditadas” (evitan decir periodistas) “desvirtúa las ruedas de prensa (…) genera un clima de tensión (…) y convierten las comparecencias en careos ideológicos”. Es decir, que supuestos periodistas en contra de la libertad de prensa, señalando al disidente, marcando al que no le rinde pleitesía a sus jefes políticos, repudiando a sus compañeros. Parece que, al fin, alguien está haciendo bien su trabajo. Les invito a que busquen y encuentren en el comportamiento de los señalados en el citado escrito algún elemento que rompa “el clima de cordialidad y decoro entre los periodistas”

El ecosistema mediático se encuentra claramente inclinado hacia la izquierda. Curiosa situación la de un capital tradicionalmente de derechas apoyando a una corriente ideológica de izquierdas. Pero en España, eso es así de evidente. De los fundamentos de esta realidad se podría escribir un libro. Cuando en este statu quo irrumpen medios disidentes que intentan, a duras penas, abrirse camino a través de las redes, dado que las concesiones de TDT siguen siendo inaccesibles, cuando no concedidas por la arbitrariedad política, sus señorías se sienten incómodas, acostumbradas a tanto masajito.

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