Los medios de comunicación tradicionales transitan por la incierta encrucijada que pueda adaptarles a los nuevos hábitos de consumo en el entorno digital. Ese nuevo ecosistema tendrá un asegurado protagonista: el muro de pago. Es decir, que los editores de los periódicos digitales cobrarán por sus contenidos. El modelo del bar, válido para el papel, ya no será válido en el nuevo escenario. Sólo los que hayan abonado el importe del periódico podrán tener libre acceso a sus contenidos. En este tránsito a lo digital se encuentran los medios, donde Google es el rey.
Google es un monstro empresarial que cerró el ejercicio 2020 con un beneficio neto de 40.269 millones de dólares. La posición de mercado de su buscador es única, no tiene competencia significativa. Su modelo de negocio se basa en buscar y organizar información que encuentra en la red y acercarla al usuario, ya sea éste particular o empresa. Toda esta información que es capaz de gestionar la comercializa de múltiples formas y utilizando sus afamados algoritmos. Estos algoritmos los controlan internamente, dirigiendo a los internautas principalmente hacia los contenidos que en cada momento proponen.
Imaginemos que utilizamos Google para buscar una noticia que publicó este mismo periódico. En buena lógica, el buscador debería dirigirnos a la edición digital del medio que, a su vez, podrá obtener beneficio derivado de ese tráfico generado. Pues bien, a la multinacional se le ha ocurrido rentabilizar el consumo de noticias creando Google News. Se trata de un agregador de noticias. Es decir, esa noticia que era buscada en Google pasa antes por Google News que por el medio digital (si uno es dueño del algoritmo, parece que esto no debe resultar muy complicado). De esta forma, la plataforma se lucra por apoderarse del tráfico de los usuarios. Los editores digitales no cobran nada de este ingreso. Además, estiman que aquellos lectores que solo se interesan por los titulares, no harán “click” sobre la noticia para aterrizar en las versiones digitales de sus periódicos, con lo que sus ingresos se esfuman. Y han dicho basta.
Google News quiere volver a operar en España, que es el único país europeo que carece de tal servicio por los cambios producidos en la legislación española (Ley de Propiedad Intelectual) que obligaron a Google a clausurarlo. Pero tendrá que acompasar sus ímpetus expansionistas, que en ocasiones no hacen más que generar conflictos. Es evidente que Google es muy importante en la vida de las personas, pero también es relativamente fácil de entender que algo no funciona bien si alguien pretende lucrarse revendiendo periódicos sin comprarlos previamente y sin tener a un solo redactor en plantilla.
