Opinión

Sangenjo, Carballino, toponimia

La curiosa polémica suscitada por esa desafortunada sugerencia de la RAE diciendo que es correcto emplear Sangenjo en castellano en lugar de Sanxenxo, ha hecho saltar muchas alarmas una vez más. Y con cierta razón.

Aunque este tema lo trató aquí hace poco Afonso Monxardín con gran precisión técnica y lingüística (yo no doy para tanto) y cuyo análisis suscribo totalmente, dado que soy un castelán-falante irredento y un ignorante, en estas cosas suelo fijarme en lo que dicen los verdaderos expertos sobre el tema, como es el caso de Afonso, Henrique Monteagudo o el fabuloso Gonzalo Navaza entre otros, que son a los que debemos seguir y atender. Creo que a estas alturas a Sanxenxo ya solo lo llama Sangenjo la corte del rey emérito y los “aristorrancios” del programa de televisión del Gran Wyoming.

Pero al mismo tiempo quiero señalar también que esa “boutade” de Sangenjo, a mi juicio una metedura de pata de la RAE como otras (pocas) que ha habido y hay a lo largo de la historia de esa institución, es solo una gota minúscula en medio de un inconmensurable océano de aciertos lúcidos, instructivos, inteligentes, e incluso bastante sabios que nos han alimentado y nos alimentan aun hoy todos los días. Pero ¡ah!, ¿cómo no? los sabios también se equivocan.

La verdad es que confieso que no he estudiado el asunto en profundidad, pero parece ser según he leído por ahí que la recomendación es a través de un tuit del servicio online de consultas de la Academia. 

Por lo que yo sé, en la RAE hay un montón de lingüistas cuyo trabajo consiste en contestar por diversas plataformas de internet, preferentemente Twitter, a las preguntas que hacen usuarios y hablantes diariamente que son miles y miles. Un trabajo ímprobo y que hemos de agradecer todos. Creo que solo el año pasado se contabilizaron más de mil millones de consultas, ya que ese servicio gratuito de la RAE lo utilizan de forma habitual millones de hablantes de español desde cualquier punto del planeta, desde Filipinas, Canadá, Colombia, Missouri o la Isla de Pascua, hasta Pontevedra; desde el Puerto de Santa María, Celanova o San Cugat del Vallés hasta Melbourne, Tokio o Buenos Aires. No olvidemos que somos 600 millones de hablantes de español en el mundo y con muy distintas perspectivas, costumbres y criterios.

Es decir que la colleja a la RAE está bien dada, vale, pero tampoco nos despistemos: el asunto solo merece una collejita de nada, es una minucia sin importancia, como una diminuta mota de polvo en la solapa de esas que se quitan con un soplido o con un indiferente golpecito con los dedos.

Claro que si mañana la RAE nos dijera de pronto que es correcto Carballino por Carballiño, o Niño de la Guía por Niñodaguia y otros casos parecidos, creo que entonces sí deberíamos empezar a preocuparnos en serio. Muy, muy en serio.

Que ustedes lo pasen bien. Unha aperta!

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