Opinión

María Chenut se va

S’en va! (let’s go!) Vaise..., por eso esta Mudanza, adecuado título para su propuesta expositiva en la gran sala de la primera planta del Centro Cultural de la Diputación. Es un proyecto de Marie Chenut Harden (Paris, 1976), con la fotógrafa Marta Moreiras, a las que acompaña -como quien no quiere la cosa-, añadiéndole un plus Rosendo Cid, artista multidisciplinar orensano, con unos textos a modo de poemas: una sorpresa. Es, ante todo, una instalación, en la que recrea un loft con ambientes (dormitorio, sala), con cajas cerradas, preparadas para envío, y con ellas contenedores apilables, muebles, cuadros, espejos, con objetos escultóricos colocados como al acaso en el aparente desorden. Es todo un escenario para mostrar sus assemblages, como ‘A la deriva’ (2010), barco dentro de una caja forrada con tela azul/mar, y dos fotos-vela de un rostro femenino. Estas son una precuela, episodio previo de su instalación en la exposición del Gabinete de un aficionado, que está estos días de verano en el Museo Municipal: son parte de una serie de Polyfoto con ilusión de movimiento de principios del siglo pasado.

Hay además de foto-collage lo que la autora denomina ‘sculpture soft’, concepto de lo blando frente a la tradición, derivado de la posmodernidad: zapatos transformados por asociaciones visuales, reelaboración desde su forma con Apollinaire en el horizonte -aquello del irracionalismo surrealista-, y el Conde de Lautréamond delante (‘bello como el encuentro fortuito, sobre una mesa de disección, de una máquina de coser y un paraguas’): así los zapatos/pareja híbrido con telas, o la chaqueta ‘customizada’ que llama ‘Vestido al viento’. Cerca, como flotando, está ‘La mujer que recolectaba vientos” de Cid: ‘Sopló con todas sus fuerzas/retando al viento del norte/ para poder así regresar a los colores del sur’. Chenut crea un ambiente, desde los objetos que acumula, para construirlo, una poética de reelaboración con significados nuevos, poemas visuales para construir una historia -que es de alguna forma también la suya-, que nos habla, en el fondo, de sus ansias por tener raíces.

Mas Chenut gusta también de las performances, como la de 2011 en el estudio de Mª Puertas (la Galería Pop-Up, con Rosendo, Misha Bies y Pablo Orza, artistas todos emergentes -o sumergidos-), de la Costura creativa (Fundación Granell), y también de la fotografía (Huellas, Gal. Espazo en Branco, Santiago). La artista franco-estadounidense ha dejado Galicia por San Francisco, dónde se mudó en primavera tras vivir en Galicia trece intensos años: se va a otra costa oeste, del Atlántico al Pacífico, otras tierras-límite asimismo. Las fotos de Marta Moreiras registran el proceso de desmontaje, y a sus amigos llevándose algo, con ¡Chenut en una bolsa! En la mas que sugerente propuesta de la artista hay un espacio especial, limitado por maletas: la serie ‘Migration’. En ella, y en otras partes, hay una casita de pájaro: todo es un autorretrato a través de sus objetos (que en un espejo están más cerca de lo que parece).

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