Opinión

Bendodo, perdido en A Coruña

Si Alfonso Rueda quiere repetir como presidente de la Xunta cuando decida convocar elecciones en Galicia, tendría que pedir a sus colegas del PP nacional que eviten la visita a esta esquina o se esfuercen para no meter la pata con un discurso a granel con Bildu de fondo. Este argumentario puede petar en la dehesa charra donde pacen los toros pero suena ridículo en el prado donde pastan las vacas. En Galicia no cuajó una fuerza nacionalista de derechas como el PNV porque esa sensibilidad la asumió el PPdeG de Fraga, Baltar o Cacharro Pardo hasta que Núñez Feijóo lo convirtió en una franquicia de Génova.

Elías Bendodo, en calidad de coordinador general de los populares, se dio ayer un garbeo preelectoral por A Coruña con Miguel Lorenzo, presidente local del partido, y de sus consideraciones se infiere que en cinco de las siete ciudades de Galicia los ciudadanos eligieron sin ser conscientes de la locura que estaban cometiendo gobiernos Frankenstein en las municipales. Tras predicar que España “no es tan fuerte como para aguantar políticas sanchistas otros cuatro años”, Bendodo tiró del recetario común para la campaña del 23J: “Los apoyos de Pedro Sánchez para volver a ser presidente van a ser los mismos, los independentistas de Cataluña y los herederos de ETA. Únicamente puede ofrecer gobiernos Frankenstein como los que dirigen algunos municipios gallegos en los que el BNG es una pieza más”.

Claro, claro. Al lado de Bendodo estaba el pontevedrés Miguel Lorenzo, que no consiguió la Alcaldía de A Coruña o no tuvo a quien regalársela porque Gonzalo Pérez Jácome se presentó en Ourense. El PP decidió  por orden de Madrid y Santiago que en la tercera ciudad de Galicia continuase la función tras prometer en campaña lo contrario, pero el problema es el BNG para Bendodo. Las consecuencias de esa decisión y de prescindir del baltarismo puede pagarlas Rueda en las autonómicas si Jácome se presenta y logra la llave para reclamar la vicepresidencia porque Vox aquí no chifla. La gracia acabará en pánico. Pontevedra, ciudad del presidente de la Xunta, apoya mayoritariamente al PP en las generales pero desde hace 24 años prefiere al nacionalista Fernández Lores de alcalde. El BNG lidera la oposición en Galicia y manda en la sede del Apóstol.

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