Opinión

Besteiro y los dados

Aunque creas que la vida te ha dado una buena mano de cartas y pongas todo el empeño para jugarlas con pericia, hay ocasiones en las que la partida se tuerce y las expectativas no pasan de sueño. Lo sabemos bien los impenitentes aficionados del Dépor. Con una hinchada de Champions, un estadio de categoría Mundial, títulos en la vitrina y una plantilla de cromo, sobre el papel, no es capaz de sacar los pies de la Primera RFEF, categoría en la que también milita el Arenteiro.

Feijóo será coprotagonista con Alfonso Rueda, su sucesor en la Xunta

La inercia arrastra sin rumbo. La padeció Alberto Núñez Feijóo cuando se puso a repartir ministerios y pasó de la última semana de campaña al ver que las encuestas lo situaban sin margen de error sobando en la Moncloa. El desconcierto que está mostrando sí es absoluto tras el palo inesperado de la reedición del Gobierno de coalición con Pedro Sánchez a los mandos. Las elecciones gallegas, vascas y europeas pueden marcar el futuro de Feijóo al frente del PP, sobre todo las gallegas en las que los populares aspiran a encadenar la quinta mayoría absoluta. La función es distinta de las generales, pero Feijóo será coprotagonista con Alfonso Rueda, su sucesor en la Xunta.

El escenario no es el mismo y Besteiro está aprovechando el foco

El BNG de Ana Pontón parte como segunda fuerza en el Parlamento de Galicia, pero los populares gallegos contemplan con más cautela las maniobras del candidato socialista, el diputado José Ramón Gómez Besteiro. Sánchez lo recuperó para la política nombrándolo delegado del Gobierno tras quedar archivadas las causas judiciales abiertas por Pilar de Lara que le impidieron competir por la Xunta en 2016. Desde ese momento los dados parecen caer de su parte por mucho que el PP se esfuerce en pregonar que sacaron los mejores resultados en Lugo, donde encabezaba la candidatura.
El escenario no es el mismo y Besteiro está aprovechando el foco. Por designación de Sánchez fue el primer diputado en hablar en una lengua cooficial en el Congreso y uno de los negociadores de los pactos de gobierno; también fue el primero, por sorteo, en votar en la investidura. El miércoles se plantó en Ourense para vender el juzgado de Violencia de Género que el BNG arrancó en la negociación, le preguntaron por la causa abierta contra Manuel Baltar por exceso de velocidad y Besteiro pisó el freno de la descalificación. Siguiente tirada.

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