Opinión

Campaña sobre campaña

"No hay campaña que dure cien años ni cuerpo que lo resista”, bromeaba retorciendo el refrán un colega periodista que atiende al otro lado del mostrador de un partido político. Cruza los dedos sin demasiadas esperanzas para poder apartar las zarpas un par de semanas del teclado después de las elecciones generales del 23 de julio, pero es consciente de que este año en Galicia va de “campaña sobre campaña y sobre campaña  tres probables y cuatro posibles”, aunque ésta última ya sería el curso siguiente “sin solución de continuidad”, como se explicaría un redicho.

...este año en Galicia va de “campaña sobre campaña y sobre campaña  tres probables y cuatro posibles”.

El presidente Alfonso Rueda se esfuerza en aparentar normalidad cuando le preguntan por el previsible adelanto electoral en Galicia, y sucede casi a diario, pero hasta el bedel más despistado de San Caetano es consciente de que como Alberto Núñez Feijóo consiga llegar a la Moncloa en julio, casi no le dará tiempo a poner cara a los nuevos conselleiros –la ourensana Elena Rivo y el lucense Alfonso Villares– que ocupan el sitio en el Consello de la Xunta que dejan Rosa Quintana y Francisco Conde, alistados en la carrera del Gobierno central como gregarios de confianza. En este caso, los conselleiros recién estrenados no tendrían que obsesionarse con los retos, sino disfrutar de las vistas porque Alfonso Rueda no dejará pasar la corriente a favor para refrendar en las urnas el cargo legado.

La decisión de Feijóo de situar a los colaboradores que se llevó de Galicia en los puestos de salida en las listas por Madrid se interpreta como una duda razonable ante la efusividad de las encuestas.

Con las elecciones gallegas en otoño ya estaríamos con el tercer proceso electoral, pero en la sala de máquinas de la política no se descarta otra opción a la vista de la listas a medida confeccionadas tanto por Pedro Sánchez como por Feijóo. Colocar a Gómez Besteiro de cabeza de lista del PSOE por Lugo si quieres que sea el candidato a la Xunta, chirría. Desde la Delegación del Gobierno estrecharía más manos de posibles votantes. La decisión de Feijóo de situar a los colaboradores que se llevó de Galicia en los puestos de salida en las listas por Madrid se interpreta como una duda razonable ante la efusividad de las encuestas. “¿Y si no dan los números y vamos a repetición electoral a finales de año?”, desliza un marmitero habitual en las campañas. Como si gana Sánchez. Alfonso Rueda intentaría distanciarse hasta el plazo legal para dar la campanada a su manera o con Feijóo de campanero.

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