Cualquier futbolista sueña con un entrenador diana como Luis Enrique. El éxito sucederá a pesar del seleccionador, para el fracaso ya están las emboscadas preparadas. Aún no se conocía el once que alistó para debutar contra Suecia en La Cartuja y ya circulaba un meme con el nombre del italiano Tassotti y el número 94 estampado en la camiseta del Celta recordando el codazo que le partió la nariz a Luis Enrique en el Mundial de Estados Unidos en cuartos de final. Si así las gastan en Vigo, donde no dejó mal recuerdo en una temporada en el banquillo, por no haber convocado a Iago Aspas, en La Castellana le aflojarían el andamio tras la ausencia de Sergio Ramos y de cualquier otro futbolista del Real Madrid. En el Bernabéu tampoco perdonaban la conversión blaugrana del asturiano.
La selección se presentó a una afición que todavía no ha cambiado de cromos. Con 14 de los 24 convocados disputando ligas foráneas y sin una estrella incuestionable, las vueltas a la posible alineación sólo sirvió para agitar tertulias. Jugó el equipo de libro que apuntaban los suplementos antes del torneo, con Unai Simón en la portería. La suplencia de Gerard Moreno podría discutirse por la candidez de Morata, el resto es cuestión de gustos.
España es un bloque sin figuras, pero Polonia cuenta en el mismo grupo con Lewandoski –el máximo artillero continental– y Eslovaquia no necesitó demasiado para desfigurarla en el duelo de cenicientas, sobre el papel. La confianza en la selección del autoproclamado líder –así las collejas no equivocan el blanco–, no era mucha. Las expectativas cortas no suelen generar grandes decepciones. El debut deja un cuerpo diferente según se examine cada tiempo. El primero, de toque, nueve ocasiones y un susto final, anima a creer por el juego de equipo y el fuelle de la juventud. En el segundo, Suecia despabiló para salir al contraataque. Cuando estaba a punto de finalizar un colega vigués envió otro meme: "Lo que pone Luis Enrique: Olmo, Morata y Ferrán. Lo que cualquier persona pondría: Oyarzabal, Gerad y Aspas". Ya conocemos a España.
