Opinión

Estudia o acabarás como Fernández de Mesa...

Con qué autoridad te plantas ahora delante de la cativa y le dices que si no desgasta codos, su futuro será tan incierto como el Dépor de Garitano. Te puede cerrar la boca respondiendo que acabará trincando 180.000 euros sentada en el consejo de Red Eléctrica Española como Arsenio Fernández de Mesa. Los adolescentes de hoy acababan de ser arrojados al mundo cuando este personaje vestido con chaqueta marinera soltó perlas impropias de un delegado del Gobierno en Galicia o de una persona con algo más que gomina en la cabeza durante la catástrofe del 'Prestige'. "Hay una cifra clara, y es que la cantidad vertida no se sabe", afirmó durante una rueda de prensa cuando el fuel manchaba la costa y desnudaba su incapacidad para afrontar la catástrofe medioambiental como después se subrayó en los tribunales. 

Los rapaces ya saben que uno puede ganarse muy bien los garbanzos comenzando la vida laboral con una plaza de jardinero en Ferrol gracias a la mediación paterna y sin más estudios que el BUP –esquivalente a la ESO de ahora– porque las redes sociales andan calientes con el nombramiento. El currículum se va engordando con cursillos en los que te dan un diploma por asistencia y puedes acabar dirigiendo la Guardia Civil o vendiéndote como experto con la seguridad de que te van a comprar la milonga. Los resbalones durante la carrera política no importan porque cuando uno tiene un amigo como Mariano Rajoy las puertas sólo giran para entrar. 

Arsenio Fernández de Mesa es un tipo que no estudió pero merece ser estudiado por el papo. Cuando era delegado del Gobierno en Galicia lo apodaron "el engominado del banderín" por obligar al chófer a colocar los banderines en el coche oficial, rancia distinción que sólo mantiene el rey durante sus desplazamientos. A la Guardia Civil le dejó un cuadro en el que aparece ataviado como un militar del siglo pasado. La imagen, como su nombramiento, generó una gran polvareda mediática y muchos creyeron que era el final de su carrera después de calentar escaño un porrón de años, pero Arsenio es un hombre que sabe y vale para todo. Argumentan que es experto en seguridad pero lo único seguro es que se jubilará riéndose de todos los que quisieron segar la moqueta. 

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