En un alarde de audacia, Pablo Iglesias se saltó el protocolo y le regaló a Felipe VI las cuatro temporadas de la serie 'Juego de Tronos' durante la real visita al Parlamento europeo. "Para que le dé las claves sobre la crisis política en España. Le va a gustar", dijo el secretario general de Podemos. El rey recuperó inmediatamente el paso protocolario: "Me parece muy bien, no la he visto". Y no le dijo, 'chaval, vas a enseñar a tu padre a hacer hijos. Llevamos generaciones llevando la corona y fíjate si todo ha quedado bien atado, que ahora no sólo hay un rey, sino dos. Y si convoca un referéndum apuesten a que lo ganaría.
A Pablo Iglesias, tipo con puntería dialéctica y cultura, le ha podido su pasión por la exitosa serie. Es como si a un encuentro con Vicente del Bosque acude con la colección de los dibujos animados 'Oliver y Benji' para recuperar el toque de la selección. O si a Mariano Rajoy le regala la nueva aventura de Mortadelo y Filemón del gran Ibáñez titulada 'El tesorero' para que entienda las claves de la amnistía fiscal de Rato. Es una anécdota para meter coleta. Los eurodiputados de ERC, Convergencia e IU no acudieron al acto.
En Fráncfort, una activista se coló en la rueda de prensa que estaba propinando Mario Dragui con pase falso de periodista, de un salto a lo Karate Kid subió a la mesa y con el asustado director de la pasta europea a sus pies lo regó de octavillas y confeti. Se la llevaron feliz mientras gritaba: "Acabad con la dictadura del Banco Central Europeo". En la octavilla dejó una buena cita: "Hoy soy sólo una mariposa mandando un mensaje, pero asústate, volveremos". Un eslogan con pegada. A los pocos minutos, Mario Dragui le dijo a Rajoy que aunque está mejorando el panorama, ya es hora de activar políticas de empleo para acabar con la dualidad laboral. Sería cambiar un modelo amarrica que ayer Núñez Feijóo volvió a defender en el Parlamento gallego frente a los indicadores económicos. En este caso, la recopilación de viñetas de Castelao permitiría a los que mandan aprender mucho o sonrojarse algo.
En Vigo, el BNG se disfrazó de Obama, Merkel y Rajoy para protestar por el tratado del libre comercio entre la UE y EE UU. La razón puede quedar oculta tras la anécdota. El modelo no se cambia con fotos, sino con votos.
