Aunque se haya pirado a Madrid, donde resulta imposible encontrarte con un ex, según Isabel Díaz Ayuso, se dan casos en los que no acaban de largarse o se sienten con la autoridad de continuar señalando el camino. A día de hoy parece que en las elecciones gallegas se juega más Alberto Núñez Feijóo que Alfonso Rueda, presidente de la Xunta y candidato del PPdeG. Si el sucesor reedita la mayoría absoluta, habrá devuelto el favor en un momento complicado para el que le entregó los trastos de San Caetano y del partido. Si no le salen las cuentas, Rueda se repartirá la culpa con Pedro Sánchez y la peña que haya preferido confiar en otras formaciones políticas. El PP ya encontrará un calificativo a la altura de “pacto encapuchado” que provoca dentera en los oídos de una democracia sólida con unas reglas diseñadas por Manuel Fraga, fundador del partido.
Resulta sorprendente la velocidad a la que Feijóo está malgastando el crédito de político moderado que se labró en Madrid desde la Xunta. Cinco meses después de conseguir unos espectaculares resultados en las generales en Galicia, incluso puede resultar una carga en campaña por la rabieta permanente al no conseguir ser investido presidente. Recuerda en los modos a la chinchona ciudadana Inés Arrimadas. Ñi, ñi, ñi, ¿Y qué más? Más facilidad afilando el eslogan que “sentidiño” en el afinado de propuestas, con la diferencia de que Feijóo sí acudió a la investidura cuando ganó.
Alfonso Rueda se esforzó el día que anunció la fecha de las elecciones que los tiempos de Galicia no son los mismos que los de la política estatal, pero ayer, tras el Consello de la Xunta, tuvo que mostrarse “totalmente de acuerdo” con lo que acaba de decir el líder de su formación en Madrid: “Galicia se juega enviar un mensaje de estabilidad política o ser otra de las sucursales radicales del Gobierno de Pedro Sánchez”. Pero quién le refresca al ex que la derecha gallega pide lacón y pasa de pamplonica aunque venga del mismo cocho. Mientras, el socialista Gómez Besteiro continúa a anuncio por día y la nacionalista Ana Pontón contó con el apoyo de otro ex, pero de Yolanda Díaz. Pablo Iglesias recomendó a la militancia de Podemos Galicia que no respalde el preacuerdo con Sumar y vote al BNG.
