La gerente de un ilustre colegio profesional llevaba semanas buscando un conferenciante con predicamento planetario para vestir un acto. No le servía un tertuliano a granel de los que abundan en la televisión sin que la repercusión mediática garantice profundidad en los cimientos. Quería un ponente que estuviese a la altura de una institución con más de medio siglo de existencia pero evitando asaltar la caja porque las cuotas tienen un alcance limitado. La sinceridad de un colegiado con el que consultó las opciones barajadas disipó el desvelo: “No te preocupes, mientras haya vino después te vendrá todo el mundo, pero traes a Obama y no sirves vino y sobra sitio”.
Los cachorros del PP de Madrid también tienen muy claras las prioridades para atraer chavales a la cantera conservadora, según pregonó Ignacio Dancausa, presidente de la panda: “Quiero anunciaros que están muy avanzadas las negociaciones y que muy pronto llegaremos a acuerdos entre Nuevas Generaciones de Madrid y las mejores discotecas de la ciudad para que tengamos listas exclusivas, descuentos, nos invitarán a copas, nos invitarán a chupitos, tendremos acceso preferente para los afiliados y para sus amigos y muchos otros privilegios porque Nuevas Generaciones están donde están los jóvenes”. Con el carnet en el bolsillo evitarán colas y mamarse les saldrá más barato o por la patilla. Las necesidades de los niños pijos del foro están cubiertas como el riñón de los progenitores. Y el hijo del obrero que se afilie al PP o, cuando se le agote el bono cultural que criticaron al Gobierno por electoralista, que siga tirando del carnet de la biblioteca para llegar a las puertas de una oposición que le impida acabar en el andamio o sirviendo a una clase sedienta de privilegios.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, situó la libertad en una caña de cerveza y espumó la mayoría absoluta. “Rockeros, el que no esté colocado, que se coloque... y al loro”, había pregonado el socialista Tierno Galván para atraer el voto juvenil cuando amanecía la democracia mientras se santiguaba la derecha que ahora se coloca. En Ourense, Pérez Jácome promete “catro anos máis de festas”. El PP de Rueda sirve la segunda ronda, el resacón lo sufrirá todo Ourense.
