Opinión

"No quiero ser como ellos"

Ayer lo volví a ver. Tenía la mirada perdida en el mar como aquel salmantino que dijo "lástima de toda esta extensión para trigo" mientras se dejaba inundar por la inmensidad del océano, sin ser consciente de la gigantesca fertilidad bajo las aguas.
Fue profesor de danza de la cativa y figura del Ballet Gallego Rey de Viana, quería recoger en un libro los bailes tradicionales de esta tierra de aristas y de artistas y cuando le perdí la pista tras cerrar la academia, un buen día me lo topé en la Cocina Económica mientras elaboraba un reportaje. Los dos bajamos la cabeza, aunque las desventuras de la vida confieren un halo de dignidad frente a la miseria que exudan los corruptos. La última ocasión me lo encontré en la Diputación de Lugo al salir de una entrevista con el presidente, José Ramón Gómez Besteiro. Estaba hablando con una trabajadora de los servicios sociales e hicimos como que no nos conocíamos.


Ayer él no me vio, pero lo contemplé un rato mientras escuchaba por la radio discursos triunfalistas por los últimos datos del paro que chocan contra los de la EPA. Los que mandan son expertos en tirar de las cifras que mejor le convienen, pero se poco o nada se preocupan de lo que sucede en la calle. En cinco minutos sólo el viento movió su melena limpia. Transmitía la impresión de que está en paz con la vida puñetera que ahora le toca bailar. Por la radio contaron que Paula Prado, portavoz del PPdeG y coordinadora de campaña electoral continúa sin decir nada del sumario de la operación 'Pokémon' que la vincula con una presunta red de enchufes durante su etapa en el Concello de Santiago. Ayer se parapetó detrás de Alfonso Rueda para evitar las preguntas de los periodistas. Mientras el secretario general hilaba excusas tibias, abundando en que su colega ya había emitido un comunicado, Prado escuchaba a unos metros. Paradójicamente, la portavoz lleva casi dos meses callada y casi es mejor. Le puede pasar como a Elena Valenciano. La número dos del PSOE y candidata a las europeas la ha vuelto a liar al confesar en la SER que para ella "Jesucristo, el Che y Felipe González están en la misma dimensión". Recordé una camiseta que lucía Robe Iniesta, líder de Extremoduro, en la que rezaba: "No quiero ser como tú". Ni bailar con estos políticos.

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