Opinión

Viejos y niños en la parada

El 11 de septiembre la atención informativa de Galicia se detendrá en las paradas del transporte escolar para comprobar cómo niños y adultos comparten autobús por primera vez. Se trata de uno de los pilares sobre los que pivota el nuevo plan de transporte diseñado por la Cosellería de Infraestruturas, dirigida por Ethel Vázquez, para garantizar la movilidad de una población envejecida y dispersa como pocas en todo el Estado, también en otros aspectos que no vienen a cuento en este folio.

Mientras la primera impresión del plan, sobre el papel, es preguntarse cómo no se le ha ocurrido a alguien antes para solucionar el déficit de las rutas que las compañías no quieren saber nada, el plan ya ha recibido críticas, quizá precipitadas, y desencadenó en los primeros días de julio un curioso paro patronal al considerar que la reordenación terminaría con pequeñas y medianas empresas del sector. Si en Asturias, otro lugar de curvas y dispersión, comenzaron a aplicar un modelo parecido en 2009 y atiende al 99% de la población tras completarse con éxito cinco años después, ¿por qué aquí no puede funcionar? 

"El futuro y el pasado subiendo al autobús de la mano. Las canas bajándose en la parada del centro de salud, los cativos en la puerta del colegio. Los rapaces enseñándoles a los veteranos cómo funcionan las redes sociales, los ancianos refrescando la historia reciente del país", escribió este chófer de anécdotas el  pasado 26 de mayo cuando las consellerías de Infraestruturas y Educación esbozaron la idea.

Ayer, el diputado del BNG Luís Bará pronosticó que los "problemas" ya surgidos se incrementarán con el inicio del curso escolar. Además, se preguntó qué criterios se aplicarán con la directriz de la Xunta que permite a los acompañantes de los alumnos y a los conductores vetar la entrada de adultos que supongan un riesgo y recordó que los trabajadores que viajen con menores tendrán que contar con un certificado que confirme no estar afectado por ningún delito sexual o de otro tipo. Por desgracia para esta tierra, todos se conocerán en la parada. Pero el apunte de Bará sobre el certificado de delitos es interesante. El miércoles detuvieron en Ourense a un fulano de 73 años por un intento de agresión sexual. 

Te puede interesar