Opinión

Vilardevós por "La Coru"

Tres universitarias cargadas de munición para afrontar el jueves de farra en A Coruña aguardaban turno en la caja de Supermercados Froid de la calle Alcalde Marchesi. A un destacado marmitero del comité de expertos que asesora este folio desde la pandemia le llamó la atención que las tres vistiesen una camiseta de fútbol de “color verde intenso como aquella del Dépor cuando llevaba la publicidad de Feiraco”. No sería una rareza en una ciudad que no castiga con indiferencia los fracasos en el campo: los 30.000 abonados del Deportivo en la tercera categoría del fútbol español, años después de haber ganado Liga, dos copas, tres supercopas y firmar las semifinales de Champions son una cota inalcanzable para la mayor parte de equipos de Primera.

En ese momento pudo leer que en las camisetas aparecía rotulado “CD Vilardevós desde 1984”

Pero en las elásticas aparecían serigrafiadas unas letras que resultaban desconocidas al ojo trabajado de un futbolero impenitente. La contorsión del cliente habitual para descifrar el mensaje hocicando de manera disimulada despertó la atención de la cajera. “¿Son amigas de tu hija?”, preguntó después de que las tres jóvenes abonasen el combustible peleón, unas botellas de agua y el tributo a Estrella Galicia. En ese momento pudo leer que en las camisetas aparecía rotulado “CD Vilardevós desde 1984”. Se lo comentó con entusiasmo a la cajera, que no entendía nada de lo que estaba pasando, pagó el embutido y salió disparado  para felicitar a las chavalas por promocionar Vilardevós y lucir ourensanía con orgullo.

No llevaban una camiseta del Madrid, del Barça, de Messi o del Dépor. Lucían con orgullo la del CD Vilardevós

Este marmitero de la política gallega, con raíces ourensanas, les contó una historia de un oriundo de la comarca de Monterrei que perteneció a la inteligencia cubana, también que su suegro había tenido su primer destino como médico a caballo en Vilardevós, que la  mujer de Martín Pallín, magistrado emérito del Tribunal Supremo, es de Oímbra... Concluyó el repaso antes de quedar como un plasta y se cortó de preguntar a las chavalas por su vida y las razones de su estancia coruñesa, aunque presupone estudios universitarios. Después telefoneó para sugerir que “esto tienen que saberlo en La Región y en todo Ourense. No llevaban una camiseta del Madrid, del Barça, de Messi o del Dépor. Lucían con orgullo la del CD Vilardevós”. Feito, diría Baltar.

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