Opinión

los gustos no se discuten

Hay quien siente placer en difundir noticias tristes. Dicen que los antiguos egipcios mataban a los mensajeros de malas noticias. Habría que crear una clínica para someter a tratamiento a las personas de mal agüero.


No difundamos las noticias tristes. Es cosa de personas neurastémicas. Personas que ya han tomado Neuralón, el Neuralén y el Neuralán; no les propongas el Neuralín, perderías el tiempo, déjalos.


Son personas que presumen de tener una piel de tigre a los pies de la cama. Yo prefiero imaginarme a ese tigre vivo, a esa estupenda fiera llena de vida, al acecho en la selva. Me llega y me sobra con la alfombra que tengo. Los gustos no se discuten.


Conocí un médico que se había enamorado de los adverbios 'prácticamente' y 'evidentemente'. Un día se me ocurrió preguntarle el por qué decía una y otra vez 'prácticamente' y 'evidentemente' me contestó: - Me gusta mencionarlas porque hago de ellas un amplio uso; son palabras que me llenan la boca.


Sabido es que, sobre gustos, no hay nada escrito. Y así me vienen a la memoria algunas uniones de palabras que se usan a menudo, tales como 'diametralmente opuesto', 'simplemente absurdo','increíble pero cierto', 'la verdad al ciento por ciento', 'eso es humanamente imposible', 'se pasa de listo', 'a las verdes y a las maduras', 'la que lleva los pantalones es ella', por favor, nunca digáis 'los trapos sucios se lavan en casa'.


Si en tu hogar huele mal no lo pongas en evidencia.

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