Cristina Blanco es la única mujer entre 16 alumnos que participa en el primer Curso de Extensión Universitaria de Dirección de Banda que se celebra en Xinzo
Cristina Blanco es una mujer en un mundo de hombres. Y no sólo en la teoría, sino también en la práctica. A pesar de que, en el ámbito de la dirección de banda la presencia de directoras es casi anecdótica, esta clarinetista de Sobrado do Bispo (Barbadás) se animó a participar en el primer Curso de Extensión Universitaria de Dirección de Banda que se inició en Xinzo el pasado mes de noviembre, y en el que Cristina es la única mujer entre 16 alumnos.
¿Por qué se decidió a participar en este primer curso de Dirección de Banda?
Me pareció una formación muy interesante y pensé que podía aprender mucho. Había hecho otros cursos similares, como el de Dirección Coral, pero nunca de esta materia. José Tielas, el director de la Agrupación Musical de A Limia, también me animó a participar. Admito que, al principio, fui con un poco de miedo por el hecho de ser la única chica, pero la acogida fue genial, estoy muy contenta. De hecho, estoy deseando que sea el próximo encuentro, que tendrá lugar en enero (el Curso de Dirección de Banda se celebrará en distintos fines de semana y hasta el próximo mes de abril).
¿Qué aspectos abordaron en el primer encuentro?
Tuvimos clases teóricas a cargo de Toni Cantal, que es profesor en el Conservatorio Superior de Vigo y formación práctica de la mano de Javier Viceiro, del mismo centro. Empezamos con algunas nociones sobre cómo dirigir la banda y la parte práctica la hicimos con la propia Agrupación Musical de Xinzo.
¿Qué conocimientos extrajo de la primera sesión del curso?
Aprendí algunas nociones teóricas que no sabía y otras que sí, pero el curso me valió para refrescar estas ideas. Repasamos cuestiones relativas a la teoría musical, a las formas de trabajar con un guión y aprendimos a corregir algunos vicios adquiridos, que creíamos que eran correctos y que no lo son en absoluto. En lo que tiene que ver con esto último, hablamos de los gestos que mostramos a la hora de dirigir una banda. Trabajamos con las manos y con el cuerpo en general. Es la manera que tenemos de "hablar" con el músico y hay que cuidar el lenguaje corporal.
¿Le gustaría ejercer como directora de banda?
Me encantaría. Yo lo que quiero ahora es formarme lo mejor que pueda y creo que esta formación también me va a servir para la dirección de coros, que es a lo que más me dedico ahora. Si en un futuro aparece la oportunidad de poder dirigir una banda, ¿por qué no?
¿Cree que en el ámbito musical de la dirección, la figura de la mujer está un poco relegada?
Está claro que somos la minoría. En los coros sí está más normalizada la presencia de las mujeres como directoras, yo conozco muchos casos. La dirección de bandas sigue siendo un mundo de hombres, pero gracias a Dios la cosa está cambiando. La mujer está preparada para asumir la dirección de las bandas de música, del mismo modo que un hombre.
¿Qué cualidades tiene que tener una buena directora o director de banda?
Mucha paciencia, educación y saber llevar a la gente. En una banda hay músicos de todas las edades y, entre ellos, gente más encaminada profesionalmente y otros que van a disfrutar de tocar un instrumento, hay que conjugar esto.
¿Cree que la condición sexual determina el tipo de instrumento que se elige?
Antes quizás si, ahora no. Antes a las mujeres se les daba los instrumentos más melódicos: clarinete, flauta, oboe, es decir, los instrumentos "más bonitos". Ahora tengo compañeras que tocan la tuba, la percusión, el trombón de varas, trompeta. En esto avanzamos mucho más.
