El 23 de febrero de 1809, 400 personas murieron en una batalla en la villa contra el invasor francés. Xinzo conmemora esos 200 años con un monolito a la libertad.
A Limia es una comarca no muy dada a recordar su historia. La concienciación sobre la importancia de su pasado romano, la significación de A Lagoa de Antela, o su singularísimo carnaval, se han puesto en valor, sobre todo, desde hace poco más una década. Sin embargo, capítulos muy destacados que han marcado el devenir del pueblo antelano aún permanecen casi en el olvido.
Un ejemplo es lo acontecido el 23 de febrero de 1809. El avance de las tropas francesas por territorio español y más concretamente, gallego, era imparable. Pero los limianos vendieron cara su derrota. En lo que al final se convirtió en un auténtico baño de sangre, el pueblo limiano luchó durante horas por frenar el avance del poderoso ejército gabacho. El balance, en unas pocas horas, fue de 400 muertos; la inmensa mayoría, labradores limianos.
Dos siglos después de aquellos hechos, la asociación cultural Civitas Limicorum promueve un acto de conmemoración de aquella lucha limiana por la libertad y por su identidad como pueblo. El presidente de honor de la agrupación, Carlos Gómez Salgado, considera que el homenaje que el pueblo de Xinzo tributará el próximo lunes a los caídos ante los franceses es algo poco menos que obligado.
¿Cuándo decidieron llevar a cabo este homenaje?
Creemos que es un acto de justicia recordar a aquella generación de hombres y mujeres limianos, que tuvieron una valentía enorme y que pagaron, en muchos casos con su vida o con graves heridas, el coste de pelear contra el ejército más poderoso del mundo en aquellos momentos, que estaba invadiendo su pueblo.
¿Cómo se desarrollaron aquellos acontecimientos y cuáles fueron sus consecuencias?
La batalla se inició por la mañana. En ella tomaron parte no sólo vecinos de Xinzo, sino labradores llegados de municipios cercanos como Sandiás, Trasmiras, Vilar de Santos, Allariz... El balance, tras la batalla cuerpo a cuerpo, fue de 400 muertos. Algunas fuentes afirman que tan sólo ese día 23, se contabilizaron 74 cadáveres en la villa de Xinzo. En la antigua Casa del Abad se quemaron en torno a 350 cuerpos. Textos muy documentados y completos, como el de Osuna Rey, elevan los fallecidos hasta los cuatro centenares.
¿Qué diferenció esta batalla de otros de la Guerra de la Independencia en Galicia?
Hubo otras contiendas con más fallecidos, como la batalla de A Coruña, pero en Xinzo fue el pueblo el que se armó y peleó contra el invasor, con la ayuda de algunas tropas regulares. El pueblo, al igual que sucedió en Móstoles, en el caso de la Comunidad Madrileña, fue el protagonista del levantamiento contra el ejército extranjero. Los que cayeron ante los franceses lo hicieron por defender sus libertades individuales y colectivas.
¿En qué consistirá el homenaje?
Queremos que se trate de un acto fundamentalmente emotivo. Esperamos contar con el subdelegado del Gobierno, Camilo Ocampo; el vicepresidente de la Xunta, Anxo Quintana y el alcalde de Xinzo, Isaac Vila Rodríguez. Además, habrá una representación del clero, de la administración local de toda la comarca de A Limia y de otros estamentos. Contaremos también con un batallón de la Brilat, que también hará su tributo a los caídos.
¿Dónde se colocará la placa prevista como homenaje?
Se levantará un monolito en la calle Dos de Mayo y en él una placa conmemorativa de recuerdo a los caídos en aquellas fechas por la libertad. El monolito se ubicará muy cerca del río Limia.
Un ejemplo es lo acontecido el 23 de febrero de 1809. El avance de las tropas francesas por territorio español y más concretamente, gallego, era imparable. Pero los limianos vendieron cara su derrota. En lo que al final se convirtió en un auténtico baño de sangre, el pueblo limiano luchó durante horas por frenar el avance del poderoso ejército gabacho. El balance, en unas pocas horas, fue de 400 muertos; la inmensa mayoría, labradores limianos.
Dos siglos después de aquellos hechos, la asociación cultural Civitas Limicorum promueve un acto de conmemoración de aquella lucha limiana por la libertad y por su identidad como pueblo. El presidente de honor de la agrupación, Carlos Gómez Salgado, considera que el homenaje que el pueblo de Xinzo tributará el próximo lunes a los caídos ante los franceses es algo poco menos que obligado.
¿Cuándo decidieron llevar a cabo este homenaje?
Creemos que es un acto de justicia recordar a aquella generación de hombres y mujeres limianos, que tuvieron una valentía enorme y que pagaron, en muchos casos con su vida o con graves heridas, el coste de pelear contra el ejército más poderoso del mundo en aquellos momentos, que estaba invadiendo su pueblo.
¿Cómo se desarrollaron aquellos acontecimientos y cuáles fueron sus consecuencias?
La batalla se inició por la mañana. En ella tomaron parte no sólo vecinos de Xinzo, sino labradores llegados de municipios cercanos como Sandiás, Trasmiras, Vilar de Santos, Allariz... El balance, tras la batalla cuerpo a cuerpo, fue de 400 muertos. Algunas fuentes afirman que tan sólo ese día 23, se contabilizaron 74 cadáveres en la villa de Xinzo. En la antigua Casa del Abad se quemaron en torno a 350 cuerpos. Textos muy documentados y completos, como el de Osuna Rey, elevan los fallecidos hasta los cuatro centenares.
¿Qué diferenció esta batalla de otros de la Guerra de la Independencia en Galicia?
Hubo otras contiendas con más fallecidos, como la batalla de A Coruña, pero en Xinzo fue el pueblo el que se armó y peleó contra el invasor, con la ayuda de algunas tropas regulares. El pueblo, al igual que sucedió en Móstoles, en el caso de la Comunidad Madrileña, fue el protagonista del levantamiento contra el ejército extranjero. Los que cayeron ante los franceses lo hicieron por defender sus libertades individuales y colectivas.
¿En qué consistirá el homenaje?
Queremos que se trate de un acto fundamentalmente emotivo. Esperamos contar con el subdelegado del Gobierno, Camilo Ocampo; el vicepresidente de la Xunta, Anxo Quintana y el alcalde de Xinzo, Isaac Vila Rodríguez. Además, habrá una representación del clero, de la administración local de toda la comarca de A Limia y de otros estamentos. Contaremos también con un batallón de la Brilat, que también hará su tributo a los caídos.
¿Dónde se colocará la placa prevista como homenaje?
Se levantará un monolito en la calle Dos de Mayo y en él una placa conmemorativa de recuerdo a los caídos en aquellas fechas por la libertad. El monolito se ubicará muy cerca del río Limia.
