Jorge Alexandre Ferreira, presidente del Grupo BA Glass, propietario de la empresa Vidriera del Atlántico de Xinzo (inmersa en un concurso de acreedores), mantuvo una reunión ayer en Porto (Portugal) con los alcaldes de Xinzo y Baltar, Isaac Vila y José Antonio Feijóo, respectivamente, durante la que confirmó que el cierre de la planta es irreversible.
Vila y Feijoó ofrecieron ayudas comprometidas por la Xunta y la Diputación para reflotar la planta que Alexandre Ferreira rehusó culpando del cierre al sindicato CIG que, mediante las movilizaciones y huelgas de trabajadores del año pasado, provocaron -dijo-, un desprestigio a la primera empresa de fabricación de vidrido de la Península Ibérica. Está muy dolido porque señala que la CIG causó muchos perjuicios al grupo con huelgas y manifestaciones, comentaron ambos alcaldes.
El presidente del grupo alegó que está dispuesto a vender la empresa a cualquier empresario por un euro pero con las deudas de la planta, que ascienden a 12 millones, concretó Vila.
Ambos regidores se mostraron muy preocupados por el impacto económico que tendrá el cierre de la fábrica en A Limia teniendo en cuenta que genera 150 empleos directos, otros tantos indirectos y que suponía una riqueza económica anual para la zona de 25 millones de euros. No nos damos por vencidos, pero va a ser difícil encontrar una industria que asuma la planta que, además, queda en buenas condiciones para seguir produciendo, aclararon los alcaldes.
Reputación
El presidente de BA Glass, grupo que cuenta con empresas de vidrio en Portugal, Badajoz y León, además de la de Xinzo (todas ellas suman una producción diaria de 10 millones de botellas), insistió ante los alcaldes de Xinzo y Baltar en que el daño a la reputación de la empresa ocasionado por la CIG hace inviable reflotarla.
El presidente del grupo alegó que está dispuesto a vender la empresa a cualquier empresario por un euro pero con las deudas de la planta, que ascienden a 12 millones, concretó Vila.
Ambos regidores se mostraron muy preocupados por el impacto económico que tendrá el cierre de la fábrica en A Limia teniendo en cuenta que genera 150 empleos directos, otros tantos indirectos y que suponía una riqueza económica anual para la zona de 25 millones de euros. No nos damos por vencidos, pero va a ser difícil encontrar una industria que asuma la planta que, además, queda en buenas condiciones para seguir produciendo, aclararon los alcaldes.
Reputación
El presidente de BA Glass, grupo que cuenta con empresas de vidrio en Portugal, Badajoz y León, además de la de Xinzo (todas ellas suman una producción diaria de 10 millones de botellas), insistió ante los alcaldes de Xinzo y Baltar en que el daño a la reputación de la empresa ocasionado por la CIG hace inviable reflotarla.
