Los regidores se ven desbordados a la hora de atender los casos de animales abandonados

La comarca se alía para crear una perrera supramunicipal

El complejo ambiental de Muíños, donde está el punto limpio y la planta de tratamiento de residuos. (Foto: MARCOS ATRIO)
Los cinco ayuntamientos que integran la comarca de la Baixa Limia (Bande, Lobeira, Lobios, Entrimo y Muíños) acaban de firmar un convenio de cooperación para la construcción de un centro de recogida de animales abandonados. La iniciativa, que es una vieja reivindicación del regidor de Muíños, Plácido Álvarez, pretende crear dentro del complejo ambiental de Barxes (donde ya se ubican el punto limpio y la microplanta de residuos) una perrera que permita atender los casos de abandono de animales que se dan en la comarca.
Auspiciado por la Diputación provincial, el convenio 'tratará de poner solución a los numerosos casos de animales que transitan sin dueño por nuestros municipios y de los que, al final, nos tenemos que hacer cargo los ayuntamientos', explica Álvarez Dobaño.

Los abandonos se concentran en determinadas épocas del año, sobre todo en verano, y 'suponen un importante problema para los concellos pequeños porque no disponemos de los medios adecuados para hacernos cargo de ellos como es debido', añade el regidor de Bande, José Antonio Armada.

El proyecto supramunicipal que, por un importe de 180.000 euros, ha sido incluido en los planes de dinamización rural de Agader, 'nos solucionaría muchos problemas porque tristemente, el carácter fronterizo de nuestra ubicación, es aprovechada por mucha gente para deshacerse de sus mascotas', reconoce la regidora de Lobios, María del Carmen Yáñez.


SERVICIO DE ALOJAMIENTO

Las instalaciones, además de funcionar como centro de recogida y protección de animales domésticos y salvajes en cautividad recogidos por el personal municipal, ofrecerán el servicio de alojamiento y cuidado temporal de animales domésticos a petición de sus propietarios.

La perrera se financiará con los ingresos correspondientes a las tasas que abonen los propietarios de las mascotas por los servicios prestados, las multas y sanciones que se les pueda imponer a las personas responsables de cometer un delito de abandono animal, así como las aportaciones municipales (cada concello en una parte proporcional al número de habitantes).

El convenio, que tiene una vigencia de seis años (hasta diciembre de 2018), establece que el servicio está diseñado para atender a los animales que se encuentren abandonados en los cinco concellos de la comarca. 'Aínda que o acordo podería facerse extensible a outros concellos darredor, como podría ser Calvos de Randín, si o consideran os seus rexidores', apuntaba Plácido Álvarez.

Hasta la puesta en marcha de la nueva infraestructura, 'teremos que seguir acudindo á perrera de Ourense, cos costes económicos e de persoal que esto acarrea aos concellos', concluía Álvarez Dobaño.

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