La iglesia de Santa María A Real de Entrimo, Bien de Interés Cultural (BIC), será objetivo de una actuación de recuperación de la cubierta para poner freno a los problemas de goteras y humedad que afectan al interior y exterior del templo.
Representantes de la Xunta de Galicia y del Obispado de Ourense han confirmado a este periódico estar al corriente de las necesidades de intervención que requiere el emblemático monumento de A Terrachán, así como del interés de ambas partes por poner solución a la demanda trasladada por los vecinos, que hace dos semanas volvían a presentar un escrito reclamando soluciones.
Fuentes del gobierno autonómico confirmaban que se atenderá la demanda, si bien apuntaba que están pendiente de la validación del proyecto antes de iniciar cualquier procedimiento. “Nos llegó el escrito y, en conversaciones con los responsables autonómicos, se nos trasladó que la inversión la asumirá la Xunta de Galicia. Cuánto y cómo, no lo sé”, declaraba Raúl Alfonso, vicario episcopal para el patrimonio y el sostenimiento de la Iglesia.
Desde el Concello de Entrimo, el alcalde Ramón Alonso López comentaba no tener noticias al respecto, pero incidía en la gravedad de la situación y la urgencia de la actuación. “Xa non se debería haber llegado a esta situación”, dijo recordando una petición que se remonta a 2018, cuando los daños y la inversión, eran inferiores.
Pendiente de las tormentas
La intervención, tras la última actualización de precios y daños, alcanzará los 63.000 euros según la información facilitada por los vecinos del proyecto redactado para la reparación de la cubierta y la eliminación de las humedades generadas tanto en el interior del templo como en la fachada principal. “Imos ver que pasa, pero é necesario actuar con urxencia”, comentaba Santiago Vázquez, sacristán y vecino quien, como muchos en Entrimo, vive cada tormenta con angustia. “A do outro día foi terrible”, recordaba Santiago, quien insiste en que el Obispado lidere una intervención “porque o ben é seu”.
En este punto, el vicario episcopal para el patrimonio y el sostenimiento de la iglesia, reconocía las dificultades del Obispado para costear las reparaciones que se demandan desde las 735 parroquias de la diócesis. Agradecido por el interés de los vecinos por la preocupación por la conservación de su iglesia, enfatiza que la conservación de los templos deben liderar desde las parroquias, con apoyo de las instituciones públicas. “Desde el Obispado, se asume el coste de la redacción del proyecto y también se realizan los trámites burocráticos, pero en el tema de la financiación, el Obispado no puede asumir todas las intervenciones”, dijo.
