alternativas

Presentar una sola solución como la única posible, a problemas sociales complejos, forma parte de una ideología nada respetuosa con el sentido de la responsabilidad, el trabajo y la capacidad creativa de los ciudadanos. Se habla de la vuelta de los mitos, del oscurantismo, de ritos del misterio, como arma política. El poder totalitario tiene su liturgia, teatraliza sus decisiones. Sin embargo un análisis histórico nos muestra que los problemas sociales y económicos son siempre susceptibles de diversas soluciones a veces contradictorias.
En España tenemos una gran ventaja a la hora de promover una salida real a la crisis: no caer en los mismos errores que se ha caído en Grecia, Irlanda, Portugal. En segundo lugar elaborar un proyecto autónomo independiente en el marco de la Comunidad Europea. En Italia lo están haciendo así. Es necesario distanciarse de la apatía política, a la espera de que sean los especuladores quienes hayan de tejer nuestro futuro. Se debe imponer la estrategia de la búsqueda del consenso. La indignación de los ciudadanos solo será operativa cuando haya una mayoría aplastante que haga del respeto a los derechos de los ciudadanos el principio vertebrador de las relaciones sociales.

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