Soy, por desgracia, una asidua de la Residencia, tanto que podría considerarla mi segunda casa.
Mi queja es contra los capellanes del Santa María Nai, Piñor y Cristal. Soy una cristiana practicante, y en cuanto entro en alguno de los tres sitios, lo primero que hago es solicitar un capellán para que me lleve la comunión diaria, me la llevan un día sí y tres no, hay que estar encima de ellos, para que no se olviden e incluso te dejan sin ella los domingos. Cuando les llamo la atención siempre me ponen la excusa de que no han podido estar, que han tenido que ir a algún sitio... Y me pregunto yo ¿los capellanes no están para el servicio de los enfermos?
En tiempos de don José Quintas, hace ya muchos años, daba gusto, lo veías por los pasillos, entrando en las habitaciones, hablando con los enfermos, y nunca faltaba a la comunión ni un día.
Pido al Obispado, o a quien corresponda, que tomen las medidas necesarias para solucionar esta situación.
En tiempos de don José Quintas, hace ya muchos años, daba gusto, lo veías por los pasillos, entrando en las habitaciones, hablando con los enfermos, y nunca faltaba a la comunión ni un día.
Pido al Obispado, o a quien corresponda, que tomen las medidas necesarias para solucionar esta situación.
