ESPAÑA, en picado

La boda en el seno de la familia inglesa, pese a la gran expectación que ha suscitado, no ha sido suficiente para distorsionar la realidad española.
Tenemos cinco millones de parados. Tenemos cinco millones de lamentos. Tenemos cinco millones de frustraciones. Tenemos cinco millones de personas sumidas en un drama. Nuestro país está en un momento muy, muy, muy delicado. La olla está a punto de explotar. Los políticos dirigentes y sus políticas están demostrándose incapaces de superar la crisis. Es de escándalo y obsceno, después de conocer los datos de la EPA del primer trimestre del año, que el ministro de Trabajo, señor Gómez, señale que no es importante el número de desempleados. Frase que califica al propio ministro. Es la prueba contundente de la indolencia e incapacidad de un gobierno que da la espalda a sus ciudadanos. Preocupado por las encuestas y preocupado por alargar la legislatura, lo cual significa alargar la agonía de la economía española y de los españoles.

Ya no hay tiempo para este Gobierno de reorientar las políticas económicas aparte que ha demostrado ser incapaz para ello. Ha finalizado, para este Ejecutivo, el tiempo de emprender reformas a medio o largo plazo. Se acabaron las oportunidades. Es el momento más adecuado para que el Ejecutivo, si verdaderamente tiene un mínimo de decencia, dé la oportunidad a unos ciudadanos que están atravesando los peores momentos del siglo XXI. Es tiempo de elecciones.

Te puede interesar
Más en Cartas al director