De vergonzosa, ridícula e indecente podría calificarse la aparición en TV de los tres encapuchados de ETA, para leer otro de sus comunicados sobre el cese 'definitivo' de la violencia.
Que nadie se equivoque, a partir de ahora comenzarán las negociaciones, con o sin el tito Kofi y su pléyade de ayudantes que cobran, y sustanciosamente, del erario. Anteriormente, la banda terrorista tenía que recurrir a las pistolas, explosivos y bombas lapa. Ahora, el enfoque será distinto al haberse introducido en las instituciones con la colaboración del Gobierno, tal como se ha demostrado con la reciente legalización de Bildu. Si algún inocente cree en las buenas intenciones de los etarras, que contemple las imágenes de la manifestación celebrada días atrás en Bilbao, en la que se 'exige la solución del conflicto', respaldada por miles de independentistas, coreando a voces que 'sin amnistía no hay paz'. ¿Qué dicen a esto Rubalcaba y ellehendakari?
El atentado de la T-4 en Barajas agotó todas las esperanzas de Zapatero como candidato al Premio Nobel de la Paz. Entre la pamplina de la conferencia y el 'comunicado' de ETA, ha desaparecido todo vestigio de poder aspirar a algún reconocimiento, puede cometer errores, pero de ningún modo mentir descaradamente a los ciudadanos sobre sus ocultos conciertos con el grupo terrorista. Sobre lo que nadie duda es que un país demócrata como Francia, jamás habría permitido a nadie el inmiscuirse en sus asuntos internos. Es intolerable que se mida con el mismo rasero a víctimas y asesinos, que se trate de olvidar los cientos de crímenes cometidos, las extorsiones a empresarios, el terror y falta de libertad, el obligado exilio de miles de vascos,etcétera.
El atentado de la T-4 en Barajas agotó todas las esperanzas de Zapatero como candidato al Premio Nobel de la Paz. Entre la pamplina de la conferencia y el 'comunicado' de ETA, ha desaparecido todo vestigio de poder aspirar a algún reconocimiento, puede cometer errores, pero de ningún modo mentir descaradamente a los ciudadanos sobre sus ocultos conciertos con el grupo terrorista. Sobre lo que nadie duda es que un país demócrata como Francia, jamás habría permitido a nadie el inmiscuirse en sus asuntos internos. Es intolerable que se mida con el mismo rasero a víctimas y asesinos, que se trate de olvidar los cientos de crímenes cometidos, las extorsiones a empresarios, el terror y falta de libertad, el obligado exilio de miles de vascos,etcétera.
