El Sergas margina al restaurante de Viana que obtuvo el Premio de Gastronomía de Galicia 2010 a 'Toda una vida'.
El día 5 de febrero de 2010 fue un día grande para Consuelo Arias Vázquez propietaria de la casa-fonda Chelo en Viana do Bolo. Y también lo fue para los vianeses y los amantes de la buena cocina. Ese día, en el corazón de Galicia, Lalín, recogía el Premio de Gastronomía de Galicia 2010, en reconocimiento a 'Toda una vida', por su trayectoria profesional en la cocina, aunque ella sigue cada día entre pucheros para deleite de los paladares amantes de los sabores naturales. Reconocimiento por cierto que aún no ha tenido en su villa.
También recuerdo el día que los Hermanos Vila, cuyos restaurantes contribuyeron a situar la cocina gallega donde está, me pidieron que les acompañase a Casa Chelo, porque querían que les facilitase la receta de nuestro plato más popular: el caldo. Chelo, tras dictarle la receta, les preguntó: '¿eh ca auga como van facer?' Miradas entre los comensales de sorpresa, pero lo cierto es que al caldo en Casa Vilas le faltaba algo. ¿Sería el agua?
El pasado día 3 me encuentro al desplegar el diario La Región, en su sección de Cartas al Director, el titular 'El Sergas les cambia de restaurante en Viana', firmado por Leocadio Castells Conejero y Amalia Ciriza de las H., empleados sanitarios, afectados por la decisión, que rezuma sentimientos, admiración y gratitud con el buen hacer de Chelo, al tiempo que expresan su deseo de volver a la situación anterior.
No sé quién ha sido el responsable de esta decisión a todas lunes errónea, porque los afectados no están de acuerdo con ella según se desprende de la citada carta. Lo que sí es cierto es que alguien ha puesto firme a alguien para devolvernos a la época más rancia del caciquismo, que de eso en Viana tenemos continuas muestras y andamos sobrados.
A quien corresponda, deshagan el entuerto, porque no existen razones objetivas para tamaño desaguisado. Chelo y su cocina, con galardón -por cierto patrocinado por la Xunta de Galicia- o sin él sigue siendo la misma.
También recuerdo el día que los Hermanos Vila, cuyos restaurantes contribuyeron a situar la cocina gallega donde está, me pidieron que les acompañase a Casa Chelo, porque querían que les facilitase la receta de nuestro plato más popular: el caldo. Chelo, tras dictarle la receta, les preguntó: '¿eh ca auga como van facer?' Miradas entre los comensales de sorpresa, pero lo cierto es que al caldo en Casa Vilas le faltaba algo. ¿Sería el agua?
El pasado día 3 me encuentro al desplegar el diario La Región, en su sección de Cartas al Director, el titular 'El Sergas les cambia de restaurante en Viana', firmado por Leocadio Castells Conejero y Amalia Ciriza de las H., empleados sanitarios, afectados por la decisión, que rezuma sentimientos, admiración y gratitud con el buen hacer de Chelo, al tiempo que expresan su deseo de volver a la situación anterior.
No sé quién ha sido el responsable de esta decisión a todas lunes errónea, porque los afectados no están de acuerdo con ella según se desprende de la citada carta. Lo que sí es cierto es que alguien ha puesto firme a alguien para devolvernos a la época más rancia del caciquismo, que de eso en Viana tenemos continuas muestras y andamos sobrados.
A quien corresponda, deshagan el entuerto, porque no existen razones objetivas para tamaño desaguisado. Chelo y su cocina, con galardón -por cierto patrocinado por la Xunta de Galicia- o sin él sigue siendo la misma.
