La mujer, vecina de Madrid, se desplazó hasta la localidad ourensana para limpiar y acondicionar la vivienda que heredó de un familiar y que llevaba tiempo cerrada.
Una vecina de Madrid, identificada como M.C.M.S. encontró un revolver de 22 milímetros en el cajón de un armario cuando limpiaba una vivienda en el centro de Celanova. El hallazgo se produjo en la jornada del pasado viernes cuando la mujer se desplazó a la villa de San Rosendo con el objetivo de limpiar y acondicionar la vivienda que heredó de un familiar y que llevaba tiempo cerrada. Inició la limpieza por la tarde. Unas horas más tarde, al abrir un armario, se topó con una caja en cuyo interior estaba el arma, fabricada por una conocida firma de Eibar (Guipúzcoa).
Su sorpresa fue mayúscula, dado que desconocía que los familiares que le dejaron el inmueble pudieran tener en su poder algún tipo de armas, por lo que alertó a la Guardia Civil, que acudió de inmediato al lugar e intervino la caja con el revólver, que estaba descargado.
Los guardias civiles, una vez en el cuartel, comprobaron en su base de datos que el arma no estaba registrada en la Comandancia de Ourense y que además el dueño del arma carecía de licencia para tener un revólver de este tipo en el domicilio. Los agentes mantienen una investigación abierta para determinar la procedencia del arma y el tiempo que podía llevar en la vivienda celanovesa.
Incidentes habituales
Este tipo de situaciones son frecuentes en la provincia de Ourense. Uno de los últimos casos se vivió a finales del año 2017, cuando un vecino de Vilardevós halló una escopeta, también cuando realizaba trabajos de limpieza en una vivienda. En este caso, el arma estaba guardada entre cartones, en una especie de falso techo. El que la descubrió también aseguró desconocer la procedencia del arma.
EXPLOSIVOS Y DETONADORES EN UN EDIFICIO DE LA CIUDAD
El hallazgo del revólver en la vivienda de Celanova se produce cuando aún no pasado una semana de que otro vecino, en este caso del número 55 de la calle Ramón Puga de la ciudad, encontrara explosivos, mechas y detonadores cuando limpiaba un desván.
El material, según aseguró el dueño del inmueble, José Rodríguez, fue depositado por la empresa constructora del inmueble y se posiblemente se olvidó de recogerlo una vez finalizadas las obras.
