¡Bienvenido a Primera!

Di Renzo celebra el primer gol en el duelo ante el Oviedo B jugado en el campo de Oira.
photo_camera Di Renzo celebra el primer gol en el duelo ante el Oviedo B jugado en el campo de Oira.
EI Ourense CF culmina frente al Oviedo Vetusta un 28 de abril la carrera que le lleva a la categoría más alta de su historia

El Ourense CF ya tiene una fecha más que marcar con números bien grandes en el calendario, el domingo 28 de abril de 2024. Al filo de las dos de la tarde, los blanquinegros se convirtieron en equipo de la Primera Federación, la categoría inmediatamente inferior al fútbol profesional, el de Tebas. Todo después de un ejercicio implacable, con el campo de Oira convertido en inaccesible para los visitantes, con un esprint final demoledor en el que golearon al Coruxo y seguidamente ganaron en Pontevedra. Ahí, en Pasarón, lo dejaron todo preparado, una victoria una semana después sobre el Oviedo Vetusta y campeonato conquistado. Se cumplió, felicidad plena, el Arenteiro ya tiene un compañero de viaje.

La campaña 22-23 la disputaron los ourensanos con la L de novato en la espalda, recién aterrizados en la Segunda RFEF. Sin que Galicia fuese ya su único radio de acción, los de Rubén Domínguez mantuvieron la categoría a la espera de acometer metas mayores. No sin padecimiento, no poder con un equipo ya descendido en el campo de O Couto los mandó al play off por la permanencia. No fue en vano, ese esfuerzo extra sirvió para apretar la coraza. Con un pequeño retraso pero objetivo cumplido.

Esta salió dulce desde el principio. No era un melón, era fútbol, una temporada en la que los pontinos volvían a su casa de toda la vida, al campo de Oira. Un campo de Oira que no han abandonado, ni siquiera cuando el césped y las gradas de O Couto han estado  listas. Para qué meterse en aventuras.

Desde las primeras brazadas, Ourense CF, Pontevedra y Zamora tomaron unos cuerpos de ventaja, rápidamente quedó claro que estos tres se iban a jugar el campeonato. Sólo podía conquistarlo uno, los otros dos estarían obligados a superar esos farragosos play off en los que partes de cero. En esa tarea, el hecho de hacer de Oira un fortín tuvo mucho que ver. Muchos puntos amasaron los capitalinos en casa, volver a los orígenes estaba siendo un buen negocio, todo iba sobre ruedas. Se fue Amin, llegó Gonzalo Di Renzo.

Con el paso de las jornadas se descolgó el Zamora, pese a que aún pegó un último zarpazo en Pasarón. La carrera se redujo a un mano a mano entre Ourense CF y Pontevedra, un mano a mano que tenía en la antepenúltima jornada un enfrentamiento directo. Lo ganaron los ourensanos con un arreón en la recta final, que se ganaron el derecho a jugarse el ascenso siete días después dependiendo de sí mismos. No quisieron esperar, con una jornada de antelación lo hicieron realidad, Ourense ya tiene dos equipos en la antesala del fútbol profesional.

Te puede interesar