El COB, sin equilibrio ni tino en los finales apretados

El técnico del COB Dani García se retira con un expresivo gesto. (Foto: Xesús Fariñas)
Otro final de partido emocionante donde el villano se lleva a la chica. Faltó una referencia interior de garantías.
Sexta derrota por tres o menos puntos del COB durante esta temporada. Al equipo de Dani García no le molan los finales apretados, o quizá no llegue en las mejores condiciones.

El mayor problema que se atisba, al menos en el Pazo, es el desequilibrio entre la aportación exterior e interior. ¿Dónde están los hombres altos? La tendencia natural de Pineda y Esmorís es jugar de fuera hacia dentro. Los únicos pivots natos son un desmoralizado Damien Griffin, que ni juega, ni recibe balones, ni tiene confianza. El otro es un crecido Manu de la Casa que, con todos sus defectos, provocó ayer la reacción del COB. Del 24-32 a su entrada, al 52-46 tras sentarse. El ‘efecto Manu’ duró lo que su físico. Después García recurrió a quintetos con cuatro tiradores y un falso pívot.

Los riesgos del COB

Depender del tiro exterior tiene sus riesgos: la puntería es una ciencia incierta, el rebote se complica y el ataque es previsible. Si el COB está inspirado, los triples no dejan ver el sol al rival; de lo contrario, la victoria puede ser imposible o, como ayer, pendiente de la ruleta rusa.


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