La situación en el pozo de la clasificación es tan apretada que las cábalas son interminables

La hora de la calculadora

Nerea Moreno intenta anotar una bandeja ante el Bembibre. (Foto: Miguel Ángel)
Siete jornadas tiene por delante el Pabellón para intentar conseguir la permanencia en la LF2. El decano de la Liga, vacunado ya contra estas situaciones, vuelve a sacar la calculadora en su pelea por la subsistencia.

Arañar algo a domicilio supondría dar un paso de gigante. Al Pabellón le queda visitar Pontevedra y Zamora. Las primeras todavía no están salvadas y las zamoranas ocupan la última plaza que da opción a jugar por el ascenso a la máxima categoría.

Pero sin duda, la salvación o el descenso del Pabellón se fraguará en Os Remedios. Por ahí pasarán cinco equipos y quizá haga falta derrotarlos a todos para evitar la fase de descenso. Dos de ellos son de campanillas, Burgos y Canoe, dos de los favoritos al ascenso. Más asequible se antoja el Hola. Las madrileñas podrían incluso ser rivales directas en la jornada 28 si no rompen la mala racha que están pasando.

A cara o cruz Pero los platos fuertes se reservan para el final. En la penúltima jornada, el Pabellón recibirá al Ensino, que tiene una victoria más, y en la última hará lo propio con el Aro, que tiene una menos.

Salvo sorpresas o derrumbamientos ahí se va a decidir la temporada. Quizá para evitar la fase de descenso o quizá para evitar el descenso directo.

Te puede interesar