El automovilismo, de luto

El infortunado piloto Carlos Couto pilota un Audi A4 minutos antes de perder la vida
La Subida a Escusa-Poio finalizó de forma inesperada. Durante la disputa del primer día de competición, el sábado, se produjo el fallecimiento de uno de los participantes, Carlos Couto, que ya no pudo completar la segunda subida oficial con un Audi A4 y cayó desplomado en el asfalto en el momento en el que se bajaba de su vehículo de competición.
A partir de ese momento se puso en marcha el protocolo de seguridad de la prueba, con el traslado de inmediato de este piloto al complexo hospitalario de Montecelo, en Pontevedra, aunque las asistencias sanitarias nada pudieron hacer por salvarle la vida, achacando a un infarto su fallecimiento.
Desde la organización se decidió suspender la prueba y ahora deberá ser la Federación gallega de automovilismo la que dé por buena la clasificación tal y como estaba hasta ese momento o anular este resultado de cara al campeonato.
Al parecer, Carlos Couto ya había manifestado durante la primera hora de la tarde que no se encontraba muy bien, con dolores de estómago y rechazando incluso ser reconocido por los médicos presentes en la prueba.
Tras conocerse este fallecimiento, tanto organizadores como participantes decidieron suspender la prueba.

Carlos Couto era natural de Villa de Cruces, tenía 40 años de edad y recientemente había adquirido el Audi A4 con el que estaba compitiendo. Anteriormente disputaba algunas pruebas de rallys y de montaña con un Porsche 911, iniciándose en el deporte del automovilismo en las copas de promoción, en las que compitió tanto en el Desafío Peugeot como en la Challenge Citroën.

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