El Barcelona recupera plaza en la LEB Oro para su filial y lo hace con una plantilla abrumadora. El próximo rival del COB ilusiona con su presencia a los aficionados e intimida a los contrarios en la cancha. Un equipo con el disfrutar y al que sufrir.
Borja Comenge saca brillo a un equipo al alza competitivamente pero que mira la clasificación de reojo pensando sólo en la progresión individual de los jugadores. Un arsenal interminable de chavales con el futuro profesional asegurado y que sólo dudan sobre el escalón competitivo al que aspirar.
La presencia de Mario Hezonja eclipsa a jugadores ya con nivel ACB indudable y que pelean por dar el salto al primer equipo. El jugador croata se estrenó en la Euroliga y es una de la sensaciones de la LEB Oro. Un físico imponente como adorno a un jugador con dotes innatas para este deporte. Talento suficiente para justificar por sí solo la asistencia mañana al Pazo.
Pero hay mucho más en el Barcelona. Josep Pérez también tuvo minutos ya con 'los grandes' y no decepciona a la expectativas creadas en las últimas temporadas con un base efectivo y vistoso a partes iguales.
Pérez y Hezonja son quizá la guinda a tiradores extraordinarios como Erikkson, de la polivalencia de Spires, el físico de Abdoulaye, la calidad de Paulí, la sobriedad de Creus o la contundencia de Zhigulin. Todos sobresalientes y otros todavía más jóvenes que llegan como Marc García o Hakanson.
Alzamora, ya recuperado de una grave lesión, y el ex del COB Andreu Matalí ponen la experiencia en un equipo que no necesita apoyo para ser competitivo y que no necesita ganar para cumplir con los objetivos.
CAPAZ DE TODO
El COB se enfrentará a un equipo al que ya padeció en la ida. Un rival indolente y errático al que zarandeó a placer durante 15 minutos y que luego lo sacó del campo en los 25 restantes.
Al Barça le cuesta redondear partidos pero le sobran los minutos buenos para competir ante cualquier y gana con solvencia cuando consigue que éstos sean mayoría.
Un juego por conceptos que no tiene comparación en la Liga. Un baloncesto siempre atrevido y capaz de jugar por encima del aro no sólo con los interiores y alejado de la zona desde todas las posiciones.
Contraataques, transiciones, unos contra uno desequilibrantes y rachas de anotación demoledoras. Un rival que obliga a la concentración permanente para no ser sacudido con saña y del que es imposible no quedarse con varios detalles sobresalientes en la retina en cada una de sus actuaciones.
El COB necesita ganar a un filial blaugrana que suele bajar enteros lejos del Palau pero que llegará al Pazo concienciado de la importancia del partido y al alza en sensaciones, equilibrio y continuidad.
La presencia de Mario Hezonja eclipsa a jugadores ya con nivel ACB indudable y que pelean por dar el salto al primer equipo. El jugador croata se estrenó en la Euroliga y es una de la sensaciones de la LEB Oro. Un físico imponente como adorno a un jugador con dotes innatas para este deporte. Talento suficiente para justificar por sí solo la asistencia mañana al Pazo.
Pero hay mucho más en el Barcelona. Josep Pérez también tuvo minutos ya con 'los grandes' y no decepciona a la expectativas creadas en las últimas temporadas con un base efectivo y vistoso a partes iguales.
Pérez y Hezonja son quizá la guinda a tiradores extraordinarios como Erikkson, de la polivalencia de Spires, el físico de Abdoulaye, la calidad de Paulí, la sobriedad de Creus o la contundencia de Zhigulin. Todos sobresalientes y otros todavía más jóvenes que llegan como Marc García o Hakanson.
Alzamora, ya recuperado de una grave lesión, y el ex del COB Andreu Matalí ponen la experiencia en un equipo que no necesita apoyo para ser competitivo y que no necesita ganar para cumplir con los objetivos.
CAPAZ DE TODO
El COB se enfrentará a un equipo al que ya padeció en la ida. Un rival indolente y errático al que zarandeó a placer durante 15 minutos y que luego lo sacó del campo en los 25 restantes.
Al Barça le cuesta redondear partidos pero le sobran los minutos buenos para competir ante cualquier y gana con solvencia cuando consigue que éstos sean mayoría.
Un juego por conceptos que no tiene comparación en la Liga. Un baloncesto siempre atrevido y capaz de jugar por encima del aro no sólo con los interiores y alejado de la zona desde todas las posiciones.
Contraataques, transiciones, unos contra uno desequilibrantes y rachas de anotación demoledoras. Un rival que obliga a la concentración permanente para no ser sacudido con saña y del que es imposible no quedarse con varios detalles sobresalientes en la retina en cada una de sus actuaciones.
El COB necesita ganar a un filial blaugrana que suele bajar enteros lejos del Palau pero que llegará al Pazo concienciado de la importancia del partido y al alza en sensaciones, equilibrio y continuidad.
