La Real Sociedad volvió a darle un disgusto al Barcelona, al que ya ganó en Anoeta la pasada temporada, y con un Agirretxe en estado de gracia sacó un empate, 2-2, que le sabe a triunfo.
A los diez minutos ya ganaba el Barcelona, cuando Alexis asistió a Xavi, que marcó a placer. Con los aficionados protestando que el gol había sido en fuera de juego llegó el segundo, de una ejecución similar y culminado por Cesc.
A los diez minutos ya ganaba el Barcelona, cuando Alexis asistió a Xavi, que marcó a placer. Con los aficionados protestando que el gol había sido en fuera de juego llegó el segundo, de una ejecución similar y culminado por Cesc.
La lesión de Alexis, en una carrera con Estrada que le derribó para evitar su marcha, obligó a mover ficha a Guardiola, que introdujo más dinamita en el campo con la presencia del asturiano Villa.
La enorme superioridad de los catalanes se ilustró en el dato que hasta el minuto 43 la Real no realizó el primer remate a puerta contraria, en un tiro intencionado de Xabi Prieto.
El final parecía escrito ya en el descanso hasta que apareció Agirretxe, que en el primer balón que tocó en el segundo tiempo se revolvió en el área visitante y por escasos centímetros lo mandó fuera.
El máximo goleador del conjunto blanquiazu puso el partido patas arribas en dos acciones consecutivas, primero con su gol y luego adelantándose a la defensa azulgrana y a Víctor Valdés para bombear un balón que pegó en el travesaño (el árbitro dudó si expulsar a Busquets) y Griezmann lo llevó al fondo de la red ante el delirio de la grada.
Guardiola no tardó un minuto en daler entrada a Messi y poco después a Iniesta buscando una respuesta. Pero el 2-2 no se movió.
La enorme superioridad de los catalanes se ilustró en el dato que hasta el minuto 43 la Real no realizó el primer remate a puerta contraria, en un tiro intencionado de Xabi Prieto.
El final parecía escrito ya en el descanso hasta que apareció Agirretxe, que en el primer balón que tocó en el segundo tiempo se revolvió en el área visitante y por escasos centímetros lo mandó fuera.
El máximo goleador del conjunto blanquiazu puso el partido patas arribas en dos acciones consecutivas, primero con su gol y luego adelantándose a la defensa azulgrana y a Víctor Valdés para bombear un balón que pegó en el travesaño (el árbitro dudó si expulsar a Busquets) y Griezmann lo llevó al fondo de la red ante el delirio de la grada.
Guardiola no tardó un minuto en daler entrada a Messi y poco después a Iniesta buscando una respuesta. Pero el 2-2 no se movió.
