El español Javi Gómez Noya se desfondó en la carrera a pie y apenas pudo acabar el 40 en el Europeo de Pontevedra

Los Brownlee, intratables

Los hermanos británicos Brownlee, camino de la línea de meta en Pontevedra.? (Foto: salvador sas)
Los hermanos Alistair y Jonathan Brownlee, primero y segundo respectivamente, firmaron un histórico doblete en el campeonato de Europa disputado en Pontevedra, repitiendo así la exhibición que realizaron a principios de mes en la prueba del Mundial disputada en la Casa de Campo de Madrid.
Por primera vez en la historia del campeonato continental dos hermanos copan las dos primeras plazas, esta vez en una prueba en la que el primer español en cruzar la línea de meta fue el mallorquín Mario Mola, que quedó cuarto a siete segundos del ruso Dmitry Polyansky, medalla de bronce. El actual campeón de mundo, Javi Gómez Noya, entró en el puesto 40 después de haberse desfondado en la carrera a pie.

La tarde no empezó bien para el triatleta gallego. En la prueba de natación, Gómez Noya, que le recriminó al británico Harry Wiltshite su actitud en el río nada más salir del agua, perdió más de 20 segundos respecto al grupo de favoritos, en el que iban entre otros los hermanos Brownlee, los rusos Polyansky y Vasiliev y el portugués Silva.

A Noya y al francés Frederic Belaubre les tocó tirar del segundo pelotón para darle caza a los escapados, objetivo que lograron en la cuarta vuelta del segmento en bicicleta, poco después que el gran favorito, Alistair Brownlee, sufriese un pinchazo.


UN VENCEDOR INABORDABLE

Con el grupo reagrupado y con Alistair bastante retrasado, los rusos intentaron mantener un ritmo alto para que el británico no se volviese a enganchar. Pero de poco sirvió. El actual líder del Mundial volvió a demostrar su gran estado de forma.

Primero cazó al pelotón de favoritos antes de llegar a la última transición. Luego, en la carrera a pie, cogió al trío de escapados, Polyansky, Leckie y Simko, sin mayores dificultades. Sólo el ruso Polyansky y su hermano Jonathan le aguantaban un ritmo realmente espectacular.

Por detrás, Gómez Noya, que transmitía muy malas sensaciones, perdía posiciones. Durante toda la carrera a pie fue echándose la mano al estómago. Únicamente la ayuda de su paisano Ivan Raña y el apoyo de los animosos aficionados pontevedreses le animaron a continuar hasta el final.


EL HACHAZO FINAL

Mientras, Alistair seguía a su ritmo camino de la línea de meta. Primero se deshizo del ruso Polyansky. Después, con un cambio de ritmo, de su hermano Jonathan. Al final, cruzó la línea de meta en un tiempo de 1:48:48 horas, ocho segundos menos que su hermano. Polyansky entró a 1:22 y Mario Mola a 1:29.

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