El número uno del mundo derrota por séptima vez consecutiva en una final a Rafa Nadal, esta vez en Australia

Djokovic, por séptima vez

Djokovic se abraza a Nadal al término de la final del Abierto de Australia de tenis. (Foto: JOE CASTRO)
Novak Djokovic revalidó el título del Abierto de Australia al superar a Nadal en la final más larga de la historia de los Grand Slam, en un partido épico, lleno de dramatismo que se llevó el serbio por 5-7, 6-4, 6-2, 6-7 y 7-5 después de cinco horas y 53 minutos.
Nadal perdió la séptima final consecutiva ante el serbio, pero las sensaciones fueron muy distintas. El español pudo haberse llevado el partido en el quinto set, pero un punto lo cambió todo. El balear falló un revés paralelo con toda la pista para él que hubiera supuesto el 40-15 cuando dominaba por 4-2 y Djokovic parecía hundido.

La final comenzó con un calor sofocante, 33 grados, y el español salió a la pista con una muy buena mentalidad, un juego sobrio y agresivo y se encontró además con un Djokovic excesivamente errático al que no le funcionaba el primer servicio. Frustrado, estrelló la raqueta contra el suelo cuando perdió la primera manga por 7-5.

Pero Djokovic no es el número uno por casualidad. Comenzó a jugar con más seguridad y redujo drásticamente sus errores. Tanto que se apuntó las dos mangas siguientes, por 6-4 y 6-2.

Djokovic pudo haber sentenciado la final en el octavo juego del cuarto set, cuando dispuso de un 0-40 que consiguió levantar Nadal justo en el momento en el que empezó a llover y la final se tuvo que suspender durante diez minutos.

Se llegó al desempate. Djokovic saboreó el triunfo cuando sirvió para disponer de tres puntos de partido, pero Nadal sumó cuatro consecutivos para forzar la quinta manga.

El partido estaba más para Nadal, mucho más entero. El español llegó a ganar 4-2 y 30-15 con su saque. No fue suficiente. Djokovic echó el resto y se adjudicó la final.

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