Nibali es el jefe del Tour

photo_camera Nibali celebra su victoria de etapa en la llegada en Chamrousse (Foto:Nicolás Bouvy)

El italiano conquista la primera etapa alpina y reafirma aún más su liderato en una ronda gala en la que no tiene rival 

Vincenzo Nibali se ratificó ayer como sólido líder del Tour con otra exhibición que le condujo en solitario a la victoria en la primera cima de los Alpes, en Chamrousse. "Nibali está intratable". Toda la razón para Valverde, feliz por haberse consolidado segundo en el podio, a 3:37 del maillot amarillo, y admitiendo una superioridad absoluta del italiano, quien liquidó a todos sus rivales con un par de ataques en el último ascenso.

Tras conquistar las etapas de Sheffield y La Plancha des Belles Filles, era la tercera victoria de Nibali, quien cruzó la meta con 11 segundos sobre el polaco Majka y el checo Konig, y con 50 de adelanto sobre Valverde, quien ganó por 3 segundos su duelo particular con el francés Pinot, que recriminaba al español por no haberle dado relevos. Se salvaron de la quema los franceses Bardet y Pinot, la ilusión del país como tercero y cuarto de la general, y el estadounidense Tejay Van Garderen, que es quinto, pero la primera cita alpina hundió a Richie Porte, a quien le han venido grandes los galones del Sky tras la retirada de Chris Froome. El australiano se dejó 8:49 minutos.

En la primera dificultad de la etapa, la Croix de Montvieux, se formó una fuga con 9 hombres. De todos ellos surgió como protagonista temporal De Marchi, quien coronó en cabeza el inédito Col de Palaquit, un primera exigente para subir y tremendo para bajar.

Poco más le duró la alegría al ciclista transalpino, rey de la montaña en el Dauphiné, ya que los 18 kilómetros al 7,3 por ciento de pendiente hasta el final de etapa se se le atragantaron de inicio. La batalla se preparaba en el grupo de los favoritos, donde Valverde puso a tirar a Gadret hasta que el francés reventó. Luego Nibali hizo lo propio con Kangert.

Tras una aceleración de Pinot a 10 de meta apareció Valverde, quien se llevó a rueda al francés, a Nibali y a Ten Dam. El español vio la puerta grande de su objetivo, el podio, pero además como segundo, así que se empleó a fondo.

Hasta que tomó la palabra Nibali, quien arrancó a 6,5 de la llegada. El "Tiburón" puso el turbo. Nadie le pudo seguir. Enlazó con Konig y Majka, les acompañó un par de kilómetros y soltó al aletazo definitivo a 3,3 del alto para dejar claro quién manda en el Tour.

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