La crisis económica empujó a nuevas empresas españolas a salir al exterior, según refleja el incremento en más de un 12% del número de compañías exportadoras en 2011, que sumaron cerca de 123.000. Sin embargo, la otra cara de la moneda de la crisis es la de la destrucción de empresas que ya estaban implantadas fuera y cerraron. Los datos facilitados por el Instituto de Comercio Exterior (ICEX) confirman que en 2011 había 37.250 compañías que exportaban regularmente, un 3,9% menos que en 2010.
En 2008 todavía crecía el número de empresas exportadoras regulares a tasas del 1,3%, pero desde que se agudizó la crisis en 2009 la cifra de empresas españolas consolidadas en el exterior fue disminuyendo. Y es que según un informe del Banco de España que analiza el perfil de la empresas españolas internacionalizadas, las de mayor tamaño, las más eficientes y las que invirtieron en el exterior y tienen mejor posición financiera fueron las que soportan mejor la crisis.
Hasta julio de 2012 las exportaciones de España alcanzaron un valor de 129.574,6 millones de euros, un 3,7% más que en el mismo período de 2011, año en el que las ventas al mundo crecieron el 15,4% frente a 2010. La crisis animó la actividad exportadora de las empresas que no veían salida de sus productos en el mercado nacional. De hecho, según informa el ICEX se constató un fuerte crecimiento del número de servicios individualizados prestados a las empresas en las oficinas comerciales que tiene en el exterior, y las consultas se duplicaron en el primer semestre.
Muchas empresas españolas se interesaron por los mercados emergentes para su implantación de productos, ya que son las que ofrecen mayores oportunidades. Así, la internacionalización de las empresas españolas en los países Brics (Brasil, Rusia, China, India y Sudáfrica) se dobló al pasar de una cuota de mercado del 2,2% al 4,5%.
Hasta julio de 2012 las exportaciones de España alcanzaron un valor de 129.574,6 millones de euros, un 3,7% más que en el mismo período de 2011, año en el que las ventas al mundo crecieron el 15,4% frente a 2010. La crisis animó la actividad exportadora de las empresas que no veían salida de sus productos en el mercado nacional. De hecho, según informa el ICEX se constató un fuerte crecimiento del número de servicios individualizados prestados a las empresas en las oficinas comerciales que tiene en el exterior, y las consultas se duplicaron en el primer semestre.
Muchas empresas españolas se interesaron por los mercados emergentes para su implantación de productos, ya que son las que ofrecen mayores oportunidades. Así, la internacionalización de las empresas españolas en los países Brics (Brasil, Rusia, China, India y Sudáfrica) se dobló al pasar de una cuota de mercado del 2,2% al 4,5%.
