El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, reprochó ayer al Partido Socialista los tres millones de despidos que se produjeron en la última legislatura y que, añadió, hicieron necesaria la reforma laboral que aprobó el Ejecutivo.
Rajoy se estrenó en el Senado con una respuesta al portavoz del PSOE, Marcelino Iglesias, al que hizo este reproche y ante el que rechazó la tesis socialista de que la reforma está provocando mucha inquietud en la ciudadanía. 'Con absoluta sinceridad, lo que genera más inquietud es que haya más de cinco millones de personas quieran trabajar y no pueden hacerlo, o que estén uno cada de dos jóvenes en esa situación y un millón y medio de familias tengan a todos sus miembros en paro. Eso es lo que genera más inquietud', dijo el presidente.
Antes, Marcelino Iglesias recordó a Rajoy que no tendrá el apoyo de los socialistas para aprobar la reforma en el Parlamento y le advertió de que la oposición del PSOE será constructiva y responsable pero también 'contundente' cuando se sobrepasen líneas rojas. Mariano Rajoy explicó que el Gobierno optó por la reforma que, aseguró, pone sobre la mesa 'medidas para que no haya despidos y para que haya contratos'. Según subrayó, 'lo único que se hizo' con la última reforma laboral aprobada por el PSOE fue facilitar los 'contratos temporales encadenados para siempre', que hacían 'metafísicamente imposible' el empleo indefinido. Insistió, 'no es razonable' que los socialistas, que 'no hicieron lo que debían' en su momento, traten ahora de impedir que se haga 'lo que necesita España, las empresas y los trabajadores'.
Antes, Marcelino Iglesias recordó a Rajoy que no tendrá el apoyo de los socialistas para aprobar la reforma en el Parlamento y le advertió de que la oposición del PSOE será constructiva y responsable pero también 'contundente' cuando se sobrepasen líneas rojas. Mariano Rajoy explicó que el Gobierno optó por la reforma que, aseguró, pone sobre la mesa 'medidas para que no haya despidos y para que haya contratos'. Según subrayó, 'lo único que se hizo' con la última reforma laboral aprobada por el PSOE fue facilitar los 'contratos temporales encadenados para siempre', que hacían 'metafísicamente imposible' el empleo indefinido. Insistió, 'no es razonable' que los socialistas, que 'no hicieron lo que debían' en su momento, traten ahora de impedir que se haga 'lo que necesita España, las empresas y los trabajadores'.
