Los socialistas lusos piden suspender la privatización de la aerolínea TAP

El Partido Socialista (PS) portugués, principal de la oposición, pidió hoy la suspensión inmediata de la privatización de la aerolínea TAP, por 'falta de transparencia', y criticó la oferta presentada por los dueños de Avianca.
En rueda de prensa, el líder parlamentario del PS, Carlos Zorrinho, censuró la actuación del Ejecutivo conservador luso en el proceso de venta de TAP, al que se presentó una única oferta, la del grupo Synergy, del magnate colombiano-brasileño Germán Efromovich.

El portavoz de los socialistas recordó que el pliego de condiciones que acompaña esta operación fue aprobado por el Consejo de Ministros justo el día en que se aceptó a trámite la oferta de Efromovich, propietario -entre otras empresas- de la aerolínea colombiana Avianca.

'Es extraño que este comprador haya participado sin conocer las condiciones exigidas, mientras que otros que podrían haber concurrido acabaron por no hacerlo, precisamente por no saber cuáles eran las exigencias del Estado', explicó Zorrinho.

Desde el PS insistieron en que, dada la actuación del Gobierno, la opinión pública puede deducir que el concurso ya había sido decidido previamente, sin pasar por la licitación oficial y sin la debida 'transparencia' por parte del Gobierno conservador lusos.

Según Zorrinho, el procedimiento seguido no es el apropiado para 'defender los intereses estratégicos nacionales' que persigue la privatización de la aerolínea estatal portuguesa.

La venta de TAP forma parte del programa de privatizaciones iniciado por el Ejecutivo luso el pasado año a instancias de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional, entidades prestatarias de su rescate financiero, de 78.000 millones de euros.

A cambio de su ayuda, Portugal se comprometió a cumplir con un programa que incluye vastos ajustes y reformas.

Entre ellas, figuraba la venta de las participaciones del Estado luso en TAP, en las eléctricas EDP y REN -ya ejecutadas- y en la gestora de aeropuertos ANA.

Según los cálculos de medios lusos, el Gobierno confía en obtener por estas privatizaciones entre 1.000 y 1.500 millones de euros.

La aerolínea lusa nació en la década de los 40, fue privatizada y posteriormente nacionalizada en 1975, con la Revolución de los Claveles.

Actualmente dispone de una flota de 55 aviones, transporta al año a cerca de 10 millones de pasajeros y tiene más de 7.500 empleados.

Durante los nueve primeros meses del año, la compañía, que cuenta con una decena de vuelos directos a Brasil, acumuló unas pérdidas de 50 millones de euros lastrada por sus negativos registros entre enero y junio, que fueron compensados parcialmente por los beneficios que generó en verano.

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