El ex vicepresidente del Gobierno Francisco Álvarez-Cascos aseguró ayer que sigue 'disponible' para intentar el 'reto gigantesco' de construir 'una nueva Asturias' al margen del Partido Popular, del que el sábado se dio de baja como militante. En rueda de prensa, Álvarez-Cascos aseguró que esta 'aventura' debe ser 'cosa del conjunto de los ciudadanos' y, en particular, de los 'miles' de ciudadanos que le impulsaron en los últimos meses a encabezar la lista del PP, posibilidad descartada el pasado jueves por la dirección nacional del partido.
Además, reiteró que 'por dignidad personal' había renunciado a su militancia en el partido del que ha formado parte durante 34 años y subrayó que el líder de esta formación, Mariano Rajoy, ha actuado más 'en función de sus intereses personales' que de los de Asturias, que 'le importa un comino' a la dirección del PP.
REUNIONES CON RAJOY
Aclamado por decenas de simpatizantes, pero sin la presencia de los dirigentes del PP asturiano que le respaldaron en los últimos meses, el ex ministro de Fomento aseguró no haber consultado 'con nadie' más que consigo mismo y su entorno familiar su decisión de abandonar el PP. En este sentido, ha incidido en que en las dos reuniones que mantuvo con Rajoy desde que el pasado verano trasladó a la dirección nacional su disponibilidad a ser el candidato en Asturias, el presidente del PP le trasladó su convencimiento de que él debía ser el cabeza de lista de los 'populares' en las próximas autonómicas.
Hasta ahora, indicó, se había situado 'al rebufo de una marea' y se vio 'arrastrado por las personas que iban tirando del carro' para que él encabezara la candidatura autonómica del PP y que ahora, una vez que se ha situado fuera de esta formación, su disponibilidad sigue siendo la misma y el respaldo de este colectivo determinará los próximos acontecimientos.
Para Álvarez-Cascos, los más de siete mil militantes del PP asturiano que le respaldaron con sus firmas fueron 'menospreciados' y la dirección nacional se ha limitado a hacer 'oídos sordos' a las estimaciones de las encuestas más 'solventes' que le otorgaban un amplio respaldo electoral al frente del PP. 'Han tomado esta decisión sin oír a sus compañeros y sin pisar Asturias ni una sola vez', subrayó el ex dirigente 'popular', que lamentó de nuevo la 'campaña de acoso y derribo' a la que se ha visto sometido y los insultos que se le han dirigido sin que el Comité de Derechos y Garantías diese ni siquiera acuse de recibo a las cuatro reclamaciones que presentó en los últimos meses. Álvarez-Cascos, que admitió haberse empadronado en la localidad de Luarca, de la que es originaria su familia, consideró que en los 35 años de historia del PP 'no hay un caso como éste'.
REUNIONES CON RAJOY
Aclamado por decenas de simpatizantes, pero sin la presencia de los dirigentes del PP asturiano que le respaldaron en los últimos meses, el ex ministro de Fomento aseguró no haber consultado 'con nadie' más que consigo mismo y su entorno familiar su decisión de abandonar el PP. En este sentido, ha incidido en que en las dos reuniones que mantuvo con Rajoy desde que el pasado verano trasladó a la dirección nacional su disponibilidad a ser el candidato en Asturias, el presidente del PP le trasladó su convencimiento de que él debía ser el cabeza de lista de los 'populares' en las próximas autonómicas.
Hasta ahora, indicó, se había situado 'al rebufo de una marea' y se vio 'arrastrado por las personas que iban tirando del carro' para que él encabezara la candidatura autonómica del PP y que ahora, una vez que se ha situado fuera de esta formación, su disponibilidad sigue siendo la misma y el respaldo de este colectivo determinará los próximos acontecimientos.
Para Álvarez-Cascos, los más de siete mil militantes del PP asturiano que le respaldaron con sus firmas fueron 'menospreciados' y la dirección nacional se ha limitado a hacer 'oídos sordos' a las estimaciones de las encuestas más 'solventes' que le otorgaban un amplio respaldo electoral al frente del PP. 'Han tomado esta decisión sin oír a sus compañeros y sin pisar Asturias ni una sola vez', subrayó el ex dirigente 'popular', que lamentó de nuevo la 'campaña de acoso y derribo' a la que se ha visto sometido y los insultos que se le han dirigido sin que el Comité de Derechos y Garantías diese ni siquiera acuse de recibo a las cuatro reclamaciones que presentó en los últimos meses. Álvarez-Cascos, que admitió haberse empadronado en la localidad de Luarca, de la que es originaria su familia, consideró que en los 35 años de historia del PP 'no hay un caso como éste'.
