José Cuenca: “Las fuerzas separatistas ya no son un peligro para la unidad nacional”

Francisco Vázquez y José Cuenca en el Foro La Región.
photo_camera Francisco Vázquez y José Cuenca en el Foro La Región.
El diplomático José Cuenca analizó las diferencias entre los procesos independentistas en Cataluña y Quebec

José Cuenca Anaya, diplomático y exembajador de España, fue el protagonista del Foro La Región, celebrado ayer a las 20,30 horas en el centro cultural Marcos Valcárcel, en el que abordó la cuestión separatista, haciendo un paralelismo entre la situación del proceso separatista en Cataluña y el que se vivió en Quebec a finales del siglo pasado.

Cuenca Anaya fue presentado por el exalcalde de A Coruña y exembajador de España en el Vaticano, Francisco Vázquez, quien destacó del ponente, amigo personal de Vázquez, que fue “uno de los mejores representantes de la historia democrática de España”. Hizo un repaso de la trayectoria de Cuenca, destacando sus etapas en la URSS y en Canadá, y también introdujo el tema que centró la conferencia: el procès catalán.

El diplomático comenzó su intervención definiendo como “un tema de máxima importancia” el separatismo catalán. Cuenca cree “equivocada” la analogía entre ambos procesos separatistas. “Las normas constitucionales canadienses permiten la separación de una provincia, mientras que en España ni existe ni puede existir algo semejante”, sentenció. Hizo también mención al artículo 2 de la Constitución española, en el que se recoge la “indisoluble unidad de España”. Así, concluyó diciendo: “Señores del procès, olvídense del referéndum, pactado o no”.

A la llegada de Cuenca Anaya a Canadá ya se habían celebrado dos referéndums en Quebec, y “todo apuntaba a la ruptura de la unidad canadiense en cuanto se celebrase un tercero”. Ahí entró en juego el primer ministro canadiense del momento, Jean Chrétien, en cuyo mandato creó la Ley de Claridad, que regula estos procesos de separación de las provincias canadienses.

“Es una camisa de fuerza”, así definieron esa ley los independentistas quebequeses, ya que consideraban que tenía “tres candados”: el primero es el porcentaje de voto positivo, cerrando la puerta a que se declarase la independencia con un resultado de la mitad más uno. El segundo era el “deber de negociar”, descartando la declaración unilateral de independencia, aunque el referéndum recibiese un apoyo del 100%. Así, Cuenca aseguró que “no puedo entender por qué gusta tanto la solución canadiense en Cataluña”.

A continuación, abordó las consecuencias económicas ocurridas en Quebec, con la fuga de empresas, la no llegada de la tercera consulta y la “debacle del partido quebequés, que llegó a contar con 80 de 122 escaños en Quebec, y ahora solamente tiene 3, es decir, nada”. Concluyó la primera parte de la ponencia recomendando al presidente de la Generalitat que “cambie de asesores”.

“SEIS GRANDES MENTIRAS”

Cuenca Anaya desmontó lo que, a su juicio, son las “seis mayores mentiras del separatismo”, aunque matizó que “hay muchas más”:

- “La afirmación de que Barcelona se enfrentó valerosamente a Franco”, que definió como “una clara falsedad, porque los tanques desfilaron por las anchas avenidas entre vítores en el 39”, aseguró.

- “Madrid no nos deja poner urnas”. “Es una burda mentira y una tontería de parvulario”, dijo, recordando que “los catalanes han ido a las urnas mil veces de manera democrática”.

- “España nos roba”. “Viendo el lucro de políticos catalanes, está claro quién ha robado a quién. Cuentas en Andorra, los papeles del Palau de la música o el 3%”.

- “Proclamada la república catalana, será reconocida por todas las naciones, aunque Madrid se oponga”. “No hace falta rebatir esta bobada, porque nadie reconoció en 2017 este ‘nuevo estado”.

- “Aunque Cataluña se separe de España, continuará dentro de la Unión Europea porque somos europeos”. El diplomático recordó que “si rompen con España, quedarían automáticamente fuera, lo han dicho desde Bruselas en infinidad de ocasiones”.

- “Cataluña será más rica fuera ed España”. Para rebatir este argumento, indicó que “bastó la aprobación de las leyes de desconexión para que abandonasen Cataluña más de 5.500 compañías”.

Para terminar esta parte de la intervención, Cuenca subrayó que “las fuerzas separatistas están divididas y desconcertadas y ya no son una amenaza seria para la unidad de España”.

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