Pablo Vierci: “Es interesante que los jóvenes se identifiquen con la entrega y la compasión”

Pablo Vierci (Montevideo, Uruguay, 1950) escribió en 2008 “La sociedad de la nieve”. El relato inspiró la aclamada película homónima de Bayona, de la que fue productor asociado. El libro reúne los testimonios de los 16 supervivientes de la tragedia de los Andes, mientras que la película se ha convertido en un fenómeno de masas. Todo comenzó con una carta que Bayona envió a Vierci en 2011. Hoy, el escritor visita Ourense para ofrecer una conferencia en el Foro La Región. Será en el salón de actos de Afundación a las 20,00 horas. La película ha tenido muchísimo éxito, ha resultado un film estremecedor. ¿Cómo ha sido el proceso de adaptarlo al cine? Fue muy, muy largo. Él se comunica conmigo y, a través mí, con los sobrevivientes, que participan en ese libro de primera persona. Eran 16 sobrevivientes, ahora quedan 14 vivos. El trabajo con Bayona empezó en 2016. Fueron ocho años de película, trabajando intensamente. Es una obra muy compleja, el proyecto era muy ambicioso. Teníamos que hacerlo en español y en eso Bayona estaba totalmente de acuerdo. Solo podía ser en español uruguayo, porque es una historia uruguaya. Estas peculiaridades no son casuales, no son un capricho. Golpeamos muchas puertas. Tenía que ser una película grande en presupuesto, porque es complejo: en la montaña, un accidente, había que rodar en los Andes, que es la cordillera más grande del universo, más que el Himalaya… Era todo muy complejo y era muy difícil encontrar productores que se arriesgaran a una obra con estas características, con actores no demasiado conocidos para poder hacer esa coralidad. El rodaje se prolongó mucho. ¿Cómo se trabaja con Bayona? El trabajo fue muy intenso, muy sufrido, pero maravilloso. Bayona, así como sus dos productoras Belén Atienza y Sandra Hermida, son un trío de oro. Bayona es como un superdotado en diferentes áreas, en la narración, en la plástica, en la música, en el montaje… Es una persona fuera de serie. Además, es sumamente bondadoso, gentil y amoroso. Muy obsesivo en el buen sentido: yo soy igual, en eso nos parecemos bastante. El rodaje, en el que yo también participé, fue en buena parte en Sierra Nevada. Estábamos en plena pandemia. En cierto modo, en el rodaje se reprodujo un poco la sociedad que estos chicos, mis amigos desde la infancia, crearon, inventaron… vamos a llamarlo así. Una sociedad diferente de la sociedad del llano, en la que priman la misericordia y la compasión. No el “sálvese quien pueda”, que es lo que las ficciones apocalípticas siempre nos decían: que cuando el ser humano está en la peor circunstancia imaginable, lo que surge es lo peor. Acá se demuestra que surge el hombre generoso, que entrega su propio cuerpo si muere para que el otro pueda vivir. Pablo Vierci durante la premier de “La sociedad de la nieve” (EP) ¿Cree que esta reacción de generosidad ante la tragedia es la clave del éxito de la historia? Creo que sí. Y creo que es interesante que los jóvenes, los que nacieron en el siglo XXI y no conocían la historia, se sienten muy identificados. Es una historia de jóvenes veinteañeros. Se sienten identificados con la compasión, la misericordia, la entrega. En un mundo donde se presuponía que primaba el egoísmo, el ensimismamiento, que los jóvenes solo querían el éxito inmediato, acá, con lo que ellos se identifican es justamente con lo contrario. Chicos que se esfuerzan, que dan todo, que nunca claudican, que nunca dejan de intentar salir. Esa ventana de dignidad humana es de lo que los jóvenes se están enamorando. Aparte, como es una película inmersiva que te coloca en el lugar de los hechos, los que la ven experimentan algo parecido a lo que experimentaron estos chicos en el año 72. Se formulan las mismas preguntas, se plantean los mismos dilemas. Creo que ahí está la clave de este éxito descomunal. Se junta el poder de la historia más el poder de Bayona y el equipo que armó, del que me siento honrado y orgulloso de pertenecer. Sobre la inmersión en la historia, su libro va en la línea. Cuando escribió el libro, ¿sentía la necesidad de contar esta historia de la mano de los supervivientes? Sí, totalmente. Soy compañero de ellos desde la infancia. Somos del mismo barrio y éramos alumnos del mismo colegio. Era compañero de clase de Fernando Parrado y vecino de Roberto Canessa. Siempre sentí que esta historia había que contarla desde este ángulo, con todos. No es que las otras obras, como “¡Viven!”, no fueran buenas. En su momento, fueron aportes. Ninguna obra reemplaza la anterior: es una carrera de relevos donde todo se va mejorando. Estamos hablando del sentido de la vida. De la vida o la muerte. De la generosidad o el egoísmo. Del altruismo o el individualismo. Estamos hablando de los temas que hacen la esencia del ser humano. Es una cara muy optimista que viene muy bien en los tiempos que corren, y creo que es una de las razones del éxito que está teniendo. ¿Fue complicado reunir a los supervivientes, animarlos a abrirse a contar la historia? Sí. El primer libro que se hizo a los pocos meses (“¡Viven!”) lo hicieron para callar algunas falsedades que se estaban generando en la prensa amarilla. Hay 16 vivos porque hay 29 muertos, gracias al despacho de entrega mutua, la necrofagia, lo que tornó más conocida esta historia. Cada vez que uno hablaba, hería en cierto modo a la familia de los 29 que no volvieron. Cada uno que hablaba sentía que lastimaba o abría una herida. Uruguay es una sociedad muy pequeña, muy homogénea. Todos nos conocemos. Tenía que pasar mucho tiempo. El tiempo permite que cicatricen las heridas, que se hagan los duelos, es un colaborador fundamental. No llegaba el momento. Hasta que sintieron que era hora de contar la historia desde su punto de vista: no “qué les pasó”, sino “qué nos pasó”. Así surge “La sociedad de la nieve”, y la carrera de relevos continúa con esta maravillosa película de Bayona y Netflix. El testigo lo tienen ahora los espectadores, los jóvenes. Les leo los debates, me llaman y me envían mensajes. Han dado un paso gigante. Han llegado mucho más lejos de lo que llegamos nosotros. Y ese es el objetivo. ¿Qué puede esperar el público del Foro La Región de este sábado? Me interesa mucho contar esta experiencia, y me interesa mucho ver las repercusiones en el público. Es una película que muchos vieron, un libro que mucha gente leyó. Me interesa mucho ver el testigo ya en manos del lector o el espectador. ¿Qué me dicen ellos si tienen ese diálogo? Creo que por ahí vamos a andar hoy en Ourense, con mucho placer.