El fiscal solicita doce años y medio de prisión para un hombre de 64 años, Ramón D.P, que será juzgado mañana en la Audiencia Provincial de Lugo por disparar supuestamente a su hijo de 23 años, que quedó tetrapléjico a causa del tiro que recibió en el cuello, y al que acusa de los delitos de homicidio en grado de tentativa, amenazas y tenencia ilícita de armas.
Según el escrito de acusación, los hechos sucedieron el 6 de septiembre de 2011 en la vivienda familiar que el acusado compartía con su mujer y sus hijos en el barrio de A Milagrosa.
Todo comenzó alrededor de las nueve y media de la mañana, por una discusión de la madre y el hijo con el padre, por la negativa de este último a acudir a una cita que tenía concertada con el urólogo. Finalmente, la disputa no pasó a mayores en ese momento y el matrimonio abandonó el piso.
Sin embargo, en torno a las tres de la tarde, el padre regresó a casa y abrió de golpe la puerta de la habitación de su hijo, que estaba dentro. En ese momento, le mostró una pistola y le preguntó si sabía lo que era.
Al llegar la madre, los acontecimientos se precipitaron. Según el fiscal, intentó interponerse entre ambos, pero el padre apuntó con la pistola al hijo y le dijo que iba a 'pasar algo gordo', al tiempo que seguía preguntándole si sabía lo que era.
De acuerdo con el escrito de acusación, al ver lo nerviosa que estaba le madre, el hijo le recriminó al padre su actitud, momento en el que, 'con ánimo de quitarle la vida', el hombre disparó sobre el joven, que recibió un impacto de bala en el cuello y se desplomó en la puerta del salón de la casa.
Mientras la madre cogía gasas para taponarle la herida y llamaba a urgencias, el padre seguía apuntando con la pistola y, en ningún momento le prestó ayuda, sostiene el fiscal, hasta que finalmente se dirigió al piso de un vecino y le dejó la pistola sobre el mueble de la entrada.
La Fiscalía sostiene que las discusiones entre el procesado y su hijo eran frecuentes, al igual que las amenazas de muerte por parte del padre, que llegó en 'dos o tres ocasiones a coger un cuchillo' y a esgrimirlo hacia el joven.
Además, Ramón D.P carecía de licencia de armas y la pistola que supuestamente utilizó para disparar a su hijo no consta a nombre de ninguna persona en el registro del Departamento de Intervención de Armas de la Guardia Civil.
El fiscal solicita para el acusado dos años de cárcel por un delito continuado de amenazas, nueve por otro de homicidio en grado de tentativa y otro año y seis meses por tenencia ilícita de armas.
Asimismo, pide que el procesado indemnice a su hijo con 316.329 euros por las lesiones y las secuelas permanentes, con otros 90.000 euros para adecuar su vivienda y con 139.000 euros por perjuicios morales, así como que afronte el pago de los 235.987 euros por gastos de asistencia médica.
Todo comenzó alrededor de las nueve y media de la mañana, por una discusión de la madre y el hijo con el padre, por la negativa de este último a acudir a una cita que tenía concertada con el urólogo. Finalmente, la disputa no pasó a mayores en ese momento y el matrimonio abandonó el piso.
Sin embargo, en torno a las tres de la tarde, el padre regresó a casa y abrió de golpe la puerta de la habitación de su hijo, que estaba dentro. En ese momento, le mostró una pistola y le preguntó si sabía lo que era.
Al llegar la madre, los acontecimientos se precipitaron. Según el fiscal, intentó interponerse entre ambos, pero el padre apuntó con la pistola al hijo y le dijo que iba a 'pasar algo gordo', al tiempo que seguía preguntándole si sabía lo que era.
De acuerdo con el escrito de acusación, al ver lo nerviosa que estaba le madre, el hijo le recriminó al padre su actitud, momento en el que, 'con ánimo de quitarle la vida', el hombre disparó sobre el joven, que recibió un impacto de bala en el cuello y se desplomó en la puerta del salón de la casa.
Mientras la madre cogía gasas para taponarle la herida y llamaba a urgencias, el padre seguía apuntando con la pistola y, en ningún momento le prestó ayuda, sostiene el fiscal, hasta que finalmente se dirigió al piso de un vecino y le dejó la pistola sobre el mueble de la entrada.
La Fiscalía sostiene que las discusiones entre el procesado y su hijo eran frecuentes, al igual que las amenazas de muerte por parte del padre, que llegó en 'dos o tres ocasiones a coger un cuchillo' y a esgrimirlo hacia el joven.
Además, Ramón D.P carecía de licencia de armas y la pistola que supuestamente utilizó para disparar a su hijo no consta a nombre de ninguna persona en el registro del Departamento de Intervención de Armas de la Guardia Civil.
El fiscal solicita para el acusado dos años de cárcel por un delito continuado de amenazas, nueve por otro de homicidio en grado de tentativa y otro año y seis meses por tenencia ilícita de armas.
Asimismo, pide que el procesado indemnice a su hijo con 316.329 euros por las lesiones y las secuelas permanentes, con otros 90.000 euros para adecuar su vivienda y con 139.000 euros por perjuicios morales, así como que afronte el pago de los 235.987 euros por gastos de asistencia médica.
