El Ayuntamiento de Lugo ha sido condenado por el Juzgado de lo Social Número 3 a abonar una indemnización de 12.500 euros por 'mobbing' a una trabajadora. Además, el fallo judicial insta al Ayuntamiento al cese inmediato de la conducta hostigadora dotando de contenido a su trabajo y proporcionándole ocupación efectiva.
En la sentencia que se dio a conocer se detalla que la trabajadora presta servicios para el Ayuntamiento con la categoría profesional de técnico, grupo de cotización 1, antigüedad de 17 de julio de 2006 y salario mensual bruto y prorrateado de 2.921,58 euros.
La trabajadora víctima de acoso laboral, según recoge el fallo, fue inicialmente contratada mediante contrato de obra y en julio de 2007 se dio de alta en Reta, suscribiendo un contrato mercantil de colaboración con la empresa Desarrollos Lugonet S.L..
Con esta empresa el Ayuntamiento de Lugo había suscrito un contrato administrativo, por lo que la trabajadora seguía prestando los mismos servicios que proporcionaba desde el comienzo, como técnico en el gabinete de prensa.
DESPIDO NULO
En enero de 2008 la mujer denunció al Ayuntamiento ante la Inspección de Trabajo. Si bien fue despedida, otra sentencia declaró la nulidad del despido. Entonces, el Consistorio decidió trasladarla al Centro de Empresas e Innovación, donde realiza diversos dossieres de prensa y prepara balances de actuaciones realizadas por este centro.
La trabajadora causó baja el 14 de abril de 2009 y permaneció así hasta el 25 de septiembre. En la sentencia se advierte de que esta mujer presentaba sintomatología de tristeza vital, anhedonia, inhibición psicomotriz, angustia, apatía, tendencia a la soledad, llanto fácil, sentimientos de fracaso e inutilidad, disminución del apetito, adelgazamiento, irritabilidad, ensimismamiento, disminución de la memoria y de la concentración, trastorno del sueño y fatiga continua y estado ansioso reactivo a situación de estrés.
SIN ASIGNACION ESPECIFICA
La empleada municipal sostuvo en la denuncia que el Ayuntamiento continúa con una actitud de acoso laboral de modo que, mediante su traslado al Centro de Empresas e Innovación, se corta el contacto habitual que mantenía en su puesto de trabajo originario con los medios de comunicación y se la mantiene relegada en el CEI, aislada y sin dependencia jerárquica definida ni asignación específica de tareas ni práctica ocupación efectiva.
Según añadió la denunciante, desde entonces realizó escasas tareas, de las cuales las de dossieres de prensa las realizó de motu propio, considerando que dichos actos constituyen represalia y hostigamiento insidioso.
La trabajadora víctima de acoso laboral, según recoge el fallo, fue inicialmente contratada mediante contrato de obra y en julio de 2007 se dio de alta en Reta, suscribiendo un contrato mercantil de colaboración con la empresa Desarrollos Lugonet S.L..
Con esta empresa el Ayuntamiento de Lugo había suscrito un contrato administrativo, por lo que la trabajadora seguía prestando los mismos servicios que proporcionaba desde el comienzo, como técnico en el gabinete de prensa.
DESPIDO NULO
En enero de 2008 la mujer denunció al Ayuntamiento ante la Inspección de Trabajo. Si bien fue despedida, otra sentencia declaró la nulidad del despido. Entonces, el Consistorio decidió trasladarla al Centro de Empresas e Innovación, donde realiza diversos dossieres de prensa y prepara balances de actuaciones realizadas por este centro.
La trabajadora causó baja el 14 de abril de 2009 y permaneció así hasta el 25 de septiembre. En la sentencia se advierte de que esta mujer presentaba sintomatología de tristeza vital, anhedonia, inhibición psicomotriz, angustia, apatía, tendencia a la soledad, llanto fácil, sentimientos de fracaso e inutilidad, disminución del apetito, adelgazamiento, irritabilidad, ensimismamiento, disminución de la memoria y de la concentración, trastorno del sueño y fatiga continua y estado ansioso reactivo a situación de estrés.
SIN ASIGNACION ESPECIFICA
La empleada municipal sostuvo en la denuncia que el Ayuntamiento continúa con una actitud de acoso laboral de modo que, mediante su traslado al Centro de Empresas e Innovación, se corta el contacto habitual que mantenía en su puesto de trabajo originario con los medios de comunicación y se la mantiene relegada en el CEI, aislada y sin dependencia jerárquica definida ni asignación específica de tareas ni práctica ocupación efectiva.
Según añadió la denunciante, desde entonces realizó escasas tareas, de las cuales las de dossieres de prensa las realizó de motu propio, considerando que dichos actos constituyen represalia y hostigamiento insidioso.
