Una niña de nueve años permanece ingresada desde hace seis meses en un centro de menores de Vigo a la espera de que la Justicia determine si su custodia recae sobre el padre o la madre, aspecto que se dilucidará en un juicio que ayer quedó visto para sentencia. Sara, como así se llama la menor, ingresó en julio pasado en el centro Mensajeros de la Paz como medida cautelar, en principio por 21 días, habida cuenta del incumplimiento del régimen de visitas por parte de la familia materna, según explicó en los exteriores de las dependencias judiciales su progenitora, Pilar Quinteiro.
Ni el padre ni su representación legal hicieron declaraciones y eludieron la presencia de los medios que acudieron al Juzgado de Familia de Vigo en la reanudación de un juicio que había quedado suspendido hace dos años, y al que hoy asistieron a declarar diversos testigos citados por ambas partes.
No es la primera vez que este matrimonio se ve las caras en los juzgados, ya que entre 2004 y 2007 la familia materna presentó hasta cinco denuncias por supuestos abusos sexuales del padre sobre la niña, acompañadas por informes médicos, y que fueron desestimadas. El padre, por su parte, ha denunciado a la madre, por la vía penal, por falsas acusaciones y por incumplimiento del régimen de visitas, y en ambas ocasiones la progenitora ha quedado absuelta.
Pilar Quinteiro criticó que con el ingreso en un centro tutelado 'querían castigar a la madre', pues sólo dejan ver a su hija una hora a la semana, 'pero a quien están castigando realmente es a la niña', aseveró.
Recordó que en 2004, cuando Sara tenía tres años, empezaron a sospechar de abusos sexuales del padre por 'comentarios y comportamientos raros' que hacía la niña, y que fue al año siguiente cuando detectaron lesiones en genitales y el ano que fueron recogidas en diversos informes médicos.
Sin embargo, cuando los casos eran derivados a instancias judiciales siempre quedaban archivados, algo de lo que la madre responsabilizó a 'una forense' del Juzgado de Primera Instancia de Vigo que podría, según comentó, haber 'coaccionado' a sus compañeros para que hicieran la vista gorda.
Nuria Pereira, del Instituto Campus Stellae, habló de una 'cadena de errores procedimentales' de la que ha dado traslado al Valedor do Pobo y al Consejo General del Poder Judicial, y reivindicó que en estos casos se acabe con la mediación por parte de ONG, ya que debe recaer, según dijo, en 'profesionales especializados'.
No es la primera vez que este matrimonio se ve las caras en los juzgados, ya que entre 2004 y 2007 la familia materna presentó hasta cinco denuncias por supuestos abusos sexuales del padre sobre la niña, acompañadas por informes médicos, y que fueron desestimadas. El padre, por su parte, ha denunciado a la madre, por la vía penal, por falsas acusaciones y por incumplimiento del régimen de visitas, y en ambas ocasiones la progenitora ha quedado absuelta.
Pilar Quinteiro criticó que con el ingreso en un centro tutelado 'querían castigar a la madre', pues sólo dejan ver a su hija una hora a la semana, 'pero a quien están castigando realmente es a la niña', aseveró.
Recordó que en 2004, cuando Sara tenía tres años, empezaron a sospechar de abusos sexuales del padre por 'comentarios y comportamientos raros' que hacía la niña, y que fue al año siguiente cuando detectaron lesiones en genitales y el ano que fueron recogidas en diversos informes médicos.
Sin embargo, cuando los casos eran derivados a instancias judiciales siempre quedaban archivados, algo de lo que la madre responsabilizó a 'una forense' del Juzgado de Primera Instancia de Vigo que podría, según comentó, haber 'coaccionado' a sus compañeros para que hicieran la vista gorda.
Nuria Pereira, del Instituto Campus Stellae, habló de una 'cadena de errores procedimentales' de la que ha dado traslado al Valedor do Pobo y al Consejo General del Poder Judicial, y reivindicó que en estos casos se acabe con la mediación por parte de ONG, ya que debe recaer, según dijo, en 'profesionales especializados'.
