Los premios de Radio Ourense

Hace 25 años... Los premios de Radio Ourense

Hace 50 años... Luther King, en el Vaticano

Hace 75 años... Don Francisco Bouzo, muy mejorado

 

26 de septiembre de 1989... Los premios de Radio Ourense

-El joven orensano de 22 años Alfredo Varela Sabas gana las cien mil pesetas semanales del Juego de la Rana patrocinado por La Región.

-Orense “recupera” una sala de cine, la número 2 del Pequeño Cine, que deja de proyectar cine porno y vuelve al cine comercial.

-El Caixa Ourense logra su primera victoria en la Liga ACB al vencer en la segunda jornada al Puleva Granada por 83-82.

-Radio Orense entrega sus premios “Sapo” y “Micrófono” en gala celebrada en el domicilio de la familia Puga Aragón. Luis Cerviño, director provincial del Insalud, o los políticos Victorino Núñez, Agustín Vega o Santos Oujo Bello, fueron algunos de los “premiados” con “Sapos”; mientras que entre los agraciados con “Micrófonos” estuvieron el poeta José Ángel Valente, el presidente de la CEO Miguel Ángel Pérez o el secretario de la INTG Etelvino Blanco.

26 de septiembre de 1964... Luther King, en el Vaticano

-Nacieron en Orense: Carmen Varela González, Antonio Álvarez Iglesias, Daniel Ángel González, María Lafita Torres, Ana Paz Garrido.

-Un trabajo de don Ramón Otero Pedrayo es galardonado con el primer premio del certamen literario convocado por el bicentenario de la muerte del Padre Feijóo, premio dotado con 150 mil pesetas. 

-En Verín, por los señores García Sola-Vázquez, y para su hijo don Luis, ha sido pedida a los señores Lafuente-Díaz la mano de su encantadora hija Julia.

-El papa Pablo VI recibe en audiencia en el Vaticano al reverendo Martin Luther King, el pastor protestante que trabaja por la paz en el conflicto racial que vive Estados Unidos.

-El Atlético de Madrid vence al Barcelona en el Nou Camp por 2-3.

-(1) Artículo de V. Gimeno.

26 de septiembre de 1939... Don Francisco Bouzo, muy mejorado

-Nacieron en Orense: Dolores Blanco, Saturnino Pérez, Serafín Alonso López, Josefa Gónzalez Lovelle y Arturo López Cano. Se casaron: Francisco García con Norma López y Manuel David González con Filomena Vidal.

-En Junquera de Ambía tuvo lugar el enlace matrimonial de la bella y distinguida señorita, Milagros Puga Martínez con el inteligente secretario de aquel Ayuntamiento, don Antonio Cabo Álvarez. Los invitados fueron obsequiados con un espléndido lunch en casa del acaudalado comerciante y padre de la novia, don Robustiano.

-Se encuentra restablecido de la enfermedad que lo retuvo encamado algún tiempo, don Francisco R. Bouzo. 

-El ingeniero de obras públicas en esta ciudad, don Maximino Casares, ha sido ascendido a ingeniero de primera.

El quinto libro de Tovar

(1) Antonio Tovar ha “lanzado” un nuevo libro. El quinto. Lleva por título “La Lanzada” y sus versos son todos ellos marineros, hechos, compuestos y escritos para el mar y hacia el mar. Porque el mar, el mar ancho, el mar bravo y abierto tiene para el poeta Tovar tanta o más significación que la tierra con sus hombres, sus aldeas y sus campanarios. 

“La Lanzada” tenía también un destino para los hombres que aman el mar, que son todos los que veranean a orillas del mar, o que si no veranean gustan de acercarse a él en invierno, que es cuando el mar se muestra tal cual es en su bronco lenguaje y en su furia espumosa. El destino del libro del poeta Tovar era en primer lugar una casa de comidas, una casa a la que él va todos los años sin faltar uno.

Tovar tenía en el dueño de esa casa de comidas a un amigo de siempre y como a tal le dedicó el libro “La Lanzada”. El jefe de personal leyó la dedicatoria y frunció el ceño. Verse allí amigo del poeta ¿no podía perjudicarle? Si fuera un fabricante, un armador, un capitán de la Guardia civil… Y luego que tampoco estaba de acuerdo en que el libro –muchos libros- quedasen allí expuestos.

Usted tráigame el producto de una fábrica de jabones o de conservas.

El poeta defendió la “mercancía”. Los versos eran un alimento del espíritu, un detergente para las impurezas del alma. Además que a los turistas, a los veraneantes después del café no les iba mal una tiradita de versos.

Había versos dulces, versos sanos, versos digestivos. Entonces hicieron un trato. Sobre la mesa y con el menú turístico se pondría el libro. Si el cliente leía “La Lanzada” con el mismo interés que la lista de los platos, el libro se quedaría allí. Fue un éxito. Los clientes se enfrascaban en la lectura del libro y pedían, distraídos, más platos. De este modo se vendieron once libros. Si hubiese ocurrido al revés, la edición del libro de Tovar estaría agotada.

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