Se encuentra en la orilla izquierda del Arnoia, justo frente al parque en el que está el festival internacional de jardines, desde el que se accede por un puente de madera.
Volví a este restaurante del que ya conocía su chuletón de buey y sus anguilas fritas para probar el menú del día. A simple vista, por el precio, puede parecer un poco caro.
Pero una vez que se le echa un vistazo a las opciones que ofrece, vemos que no es así.
Los primeros platos dan para elegir entre pulpo á feira, navajas, empanada de zamburiñas y chipirones. En el capítulo de los segundos, chuletillas de cordero, bacalao a la parrilla o a la gallega, jarrete de ternera, chuleta de ternera y lenguado.
Para quien no conozca el establecimiento, éste se encuentra en la orilla izquierda del Arnoia, justo frente al parque en el que está el festival internacional de jardines, desde el que se accede por un puente de madera.
Ocupa el emplazamiento de un antiguo molino, perfectamente restaurado. Un frondoso arbolado nos permite disfrutar, en días de canícula, de una sobra fresca en su terraza a la orilla misma del Arnoia mientras se escucha el murmullo del agua de una cascada cercana.
El servicio es muy amable y la limpieza se hace visible en todo el establecimiento, algo importante, naturalmente. Para beber pregunté qué vinos servían por copa (sin tener que pedir una botella, algo tan complicado cuando luego hay que conducir) y me encontré con la grata sorpresa de poder disfrutar de un magnífico blanco de O Rosal. Elegí el pulpo y el jarrete de ternera y no me arrepentí de la decisión, aunque luego me caían los ojos al ver pasar un lenguado de esos de ración premium que en un restaurante cualquiera ya cuesta más que todo el menú del día de este establecimiento.
Los postres, también caseros redondearon un menú de generosísimas raciones y calidad extraordinaria, tanto en el producto como en el mimo de su elaboración.
Así pues, los 14,90 euros me parecieron baratos para un menú de esta enjundia, bien surtido, bien elaborado y mejor servido. Si le sumamos el plus de estar a la orilla de un hermosísimo río y en una bellísima villa como es Allariz, miel sobre hojuelas.
