El restaurante Regueiro da Cova se encuentra en la Alameda de Verín, número 21
El viernes de la semana pasada fui a comer a este restaurante con dos amigos, unas horas antes de que abriese la feria del vino de Monterrei a pocos metros del restaurante Regueiro da Cova en Verín. Digo esto porque quiero creer que esa fue la causa por la que el servicio flojeó un poco: tardanza, algún despiste (mucha demora al traer el agua que no vino acompañada de las copas en las que servirla y hubo que pedirlas y explicaciones incompletas en el postre). No estuvo a la altura del trabajo creativo y concienzudo de la cocina, lo que ha restado puntos y una cuchara adicional, en la evaluación final.
La carta, variada, ofrece un amplio repertorio de productos de proximidad, como las carnes. Pero también pescados y mariscos. Comenzamos con unas croquetas de bacalao. Me parecieron una delicia. Las volandeiras estaban preparadas con mucho mimo y el bacalao confitado, de matrícula. Además del buen trabajo en cocina se percibía la preocupación por lograr una materia prima no solo de cercanía, sin que ello se convierta en una obsesión, sino también de una calidad sobresaliente. En fin, que más allá de exhibir buenos productos y un esmerado desempeño en la cocina, es decir técnica y producto, tras estos platos hay toda una filosofía que se transmite en la carta y el menú.
En resumen: me gustó mucho y volveré con la esperanza de que los fallos del servicio hayan sido fruto únicamente de un mal día.
